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Toni Soler: "Es una ingenuidad pensar que los indultos van a solucionar el problema"

El periodista catalán visita Mallorca para dar a conocer la revista de historia ‘El món d’ahir’, de la que es editor, y cuyo número 19 está dedicado a Balears. La presenta este jueves en el Teatre Principal de Palma

Toni Soler.

-El món d’ahir, Està passant, Polònia. ¿Qué es más fácil para un periodista, hacer humor o tomarse las noticias en serio?

-Es más difícil hacer humor. Hacer periodismo, así en general, ya tiene mucho mérito, pero hacer humor a través del periodismo requiere mucha exigencia y un punto añadido de dificultad. 

-¿Es usted un historiador que hace de periodista o un periodista a quien le interesa la historia?

-Soy un periodista a quien le gusta la historia. Por titulación académica soy historiador, pero me considero periodista por temperamento. La historia es una pasión que me acompaña desde siempre.

-¿Para qué fijarse en el pasado cuando el presente da tanto de sí?

-Creo que hay tiempo para cada cosa, para el pasado y para el presente. Cierto que el día a día da mucho de sí, pero es interesante buscar lecciones de vida en el pasado para disfrutar viendo cómo el género humano ha superado situaciones de todo tipo. La historia permite dar continuidad entre el pasado y nosotros.

-En Estados Unidos llamarían a su revista un Bookzine.

-En efecto, queríamos una revista que por el nivel de la edición y el grafismo tuviera la calidad de un libro y que hiciera disfrutar a los amantes del papel. Pasar páginas es una experiencia que no tiene el lector digital. Doy un gran valor al papel impreso.  

-El diseño es parte importante del producto. ¿Vender por la vista?

-Sí, es verdad, lo muestran los premios que la publicación ha recibido por su grafismo y maquetación. El de diseño es un equipo muy bueno.  

-¿Qué diferencia esta revista de otras similares?

-Nuestra pretensión era que fuera más literaria que otras, que no fuera tan académica. Ponemos en valor la capacidad narrativa de los autores, muchos de ellos no historiadores, sino escritores o periodistas. La revista está pensada para ser leída, no como una serie de documentos o tesis doctorales. Las publicaciones sobre historia a veces pecan de ser de lectura pesada y la historia también puede ser un gran material literario.

-¿Se puede hacer divulgación sin caer en la anécdota?

-Si se sabe separar la anécdota de la categoría, sí. Sin anécdotas o experiencias personales caemos en el ensayo, que es más duro de leer. La anécdota a veces convierte la historia en experiencia próxima para el lector. Soy partidario de explicar con anécdotas para reforzar la tesis, pero nunca sustituir la categoría por la anécdota. 

-El món d’ahir está tomado de un libro de Stefan Zweig, que acabó suicidándose por no poder resistir el presente. ¿Cómo llevan ustedes el hoy mismo?

-Espero que mejor que Zweig (sonríe), pero con preocupación y lleno de incógnitas. El presente es fascinante. El mundo de hoy genera mucho material para los historiadores del mañana.  

-¿Cuál es el perfil de su lector?

-Buscamos gente a quien le guste leer en sentido amplio, personas a las que les gusta la historia pero que no están dispuestas a leer volúmenes de ochocientas páginas con notas y bibliografía. Nuestro lector es el que disfruta de leer para conectar con el pasado. El mundo está lleno de nostálgicos.  

-Mayoritariamente en catalán con algunos textos en español.  

-El autor decide en qué idioma escribe su artículo. Y hay que decir que de forma mayoritaria eligen el catalán, pero decidimos que no podíamos privarnos de publicar algunos artículos en español si así lo decidía el autor. Si un autor prefiere el español mantendremos su idea. Pero también hemos publicado en catalán textos en otros idiomas que se han traducido por primera vez.  

-¿La historia vende?

-Creo que sí, basta ver las plataformas de tele para observar cómo interesan las series históricas, que, por su parte, si están bien explicadas tienen su razón de ser.  

-Utilizan la expresión «Historia de autor».

-Es una expresión que se ajusta a lo que les decimos a los autores: que escriban sobre historia, pero desde un punto de vista personal, con voluntad narrativa.

-¿Puede ser neutral una revista de historia?

-No me interesa la neutralidad, me interesan los autores y las personas y los puntos de vista individuales. Los textos son de personas que tienen su pensamiento. No neutralidad, sino opinión, rigor y pluralidad.  

-¿Es independiente su revista?

-Al no tener publicidad no dependemos de nadie en particular, solamente de los impulsores y de nosotros mismos. Y de los lectores, naturalmente. 

-¿Para Cataluña o desde Cataluña?

-Desde Cataluña, pero sabiendo que el catalán es minoría. Nos gustaría pensar que mucha gente pueda sentirla como suya.

-¿Cómo analizará el procés, pasados los años, su revista?

-El procés no es una cosa muy original, es una circunstancia cíclica en Cataluña. La relación entre España y Cataluña es conflictiva desde los Reyes Católicos. Creo que en el futuro se hablará de otro episodio más, pero sin fuerza para tomar un camino en solitario. El procés es una constante.

-¿Y a Pujol?

-Estoy seguro que el impacto evidente que tuvo la noticia de su historial fiscal marcará los últimos años, pero a medida que pase el tiempo su figura se verá desde una perspectiva más amplia, como activista y creador de pensamiento político. Es, sin duda, una figura clave del siglo XX.

-¿Cómo cambiará el indulto la hoja de ruta del procés?

-Los indultos son una señal que va en buena dirección. Me alegro por ellos y por sus familias, pero creo que es una ingenuidad pensar que los indultos solucionan los problemas que llevaron a esa situación.

-¿Por qué, ahora, un casi monográfico dedicado a Balears?

-No ha sido por nada en especial. Vamos pensando temas, y vimos que, si habíamos hecho un dossier dedicado a Valencia, bien podíamos hacer otro dedicado a Balears, con aportaciones que muchos de los lectores desconocen. Es posible que algunos artículos sean más sorprendentes para el lector catalán, pero otros ayudarán a que los de aquí refuercen su identidad.  

-Balears no existe, existen Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera.

-Pero como mínimo es un tema geográfico y un hecho lingüístico y cultural. Decir «les illes» es muy de Barcelona y nos pareció que decir Balears era más neutro, aunque sabiendo que es un término que no genera adhesión.  

-En este número salen a relucir nombres como el citado Zweig, Walter Benjamin, Robert Graves… Mucha intelectualidad para una revista de divulgación.

-Es importante, en una revista como la nuestra, intentar cubrir sensibilidades diversas, así que publicamos artículos más planos junto a otros más elevados, utilizamos diferentes registros, partiendo de la base que los lectores son también diversos. 

-¿Cuándo dediquen un especial a Sudamérica, invitará a Vargas Llosa?

-(Sonríe). No podríamos pagar su caché. Vargas Llosa es un personaje nefasto pero un gran escritor.  

-¿Qué o quién no tiene cabida en El món d’ahir?

Lo único que pedimos a los que escriben es que sus textos sean leíbles, la erudición sin alma no nos interesa.  

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