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Manuel Avilés: «El narcotráfico en Mallorca es imparable»

«Cuando oyes en la radio y lees en prensa que están planeando matarte, el corazón te da un vuelco y tienes un sentimiento de pánico»

Manuel Avilés.

«El gran problema del narcotráfico es la enorme cantidad de dinero que genera y que - según casi todos creen- es dinero muy fácil. Luego caen del burro cuando están presos y se dan cuenta de que lo fácil tiene un coste muy alto», comenta Manuel Avilés al hablar de En la cuerda floja: narcotráfico en Mallorca, uno de los libros que presentará este próximo miércoles 30 de junio, a las 19 horas, en la Fundación Sa Nostra.

El libro es un homenaje a la policía, a los que confiesa deberles la vida por haberle protegido durante el tiempo que estuvo en el punto de mira de ETA. «Tengo una deuda con ellos y una forma de agradecimiento era contar una historia verídica en la que la policía es protagonista junto a los delincuentes contra los que ha luchado, salvo deshonrosas excepciones, como la implicación de un inspector de policía, que era casi un mito como funcionario, y cayó en la trampa del dinero de los narcos, compinchándose con ellos».

El narcotráfico es una pandemia que mueve y genera cantidades importantes de dinero. Tiene una enorme capacidad de corrupción y es un delito contra la salud pública, un problema de gran envergadura social que se extiende a otros tipos de delincuencia.

«Un coronel del Cesid me dijo que las grabaciones que yo había hecho fueron un torpedo en la línea de flotación de ETA»

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No parece posible, hoy, acabar con estas conductas. La batalla diaria para sacar a las bandas de traficantes de las calles sitúa a los agentes de policía, a jueces y a fiscales en una montaña rusa en la que los éxitos vienen acompañados de muchos sinsabores. «El lector entenderá el manejo económico de una gran narcotraficante, el dinero que salía y entraba de su empresa, el robo que sufrió, las denuncias y las acciones siguientes que llevaron a varias personas a cumplir condena por la comisión de delitos. No olvido un personaje real, el converso que he incluido en el libro, porque le conocí en la cárcel y era un ejemplo de seguimiento del Evangelio», comenta.

El origen de su otro libro, Prisiones, putas y pistolas, vino dado por una circunstancia que se narra. Cuando en 1993, en los locutorios de Alcalá Meco, descubrieron que tres presos etarras -Iñaki de Juana Chaos, Esteban Nieto y Joseba Artola Ibarretxe– junto a sus dos abogados planearon y ordenaron la muerte de Avilés, en aquel tiempo, director de la cárcel de Nanclares de la Oca en Álava. «Cuando oyes en la radio y lees en prensa que están planeando matarte, el corazón te da un vuelco y tienes un sentimiento de pánico. Recuerdo cómo Antonio Asunción y Rafael Vera me daban broncas para que jamás saliera sin escolta».

El libro trata de cómo dos miembros de ETA, Isidro Etxabe y Jon Urrutia, fueron capaces de alzar la voz cuando nadie se atrevía, ante una organización terrorista que no tenía problema para matar y desmembrar niños con no se sabe qué fines. Como por ejemplo, el atentado de Fabio Moreno, en Erandio, o Irene Villa en Madrid.

«Recuerdo cómo Antonio Asunción y Rafael Vera me daban broncas para que jamás saliera sin escolta»

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Manuel Avilés sacudió con fuerza a ETA y a los presos de la banda, gracias a las grabaciones hechas en el 91 que establecerían el principio del fin. Mostraban las fisuras de la organización terrorista y fue una arriesgada operación que denominaron Vía Nanclares.  Se jugó la vida y el cargo, pero le salvó el apoyo incondicional de Antonio Asunción, Ministro del Interior y Secretario de organización de prisiones. «En el libro cuento cómo un coronel del Cesid, luego CNI, me dijo: ‘Le has hecho a ETA un daño inmenso, estas grabaciones son un torpedo en la línea de flotación’».

Que sus libros estén basados en hechos reales provoca que despierten gran interés y arrasen en ventas en toda España.

En la presentación le asistirán Fernando Schwartz y el juez José Castro, autores del prólogo, Antonio Suárez, exinspector jefe de la Unidad de Crimen Organizado y uno de los protagonistas del libro, y José Luís Santafé, comisario principal y jefe de operaciones de Balears.

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