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«Bach me ha moldeado como violinista»

Su próximo CD lo ha grabado con Apollo’s Fire, orquesta ganadora de un Grammy

Francisco Fullana, en una fotografía del libreto del CD. | SHERVIN LAINEZ

Violinista. El músico mallorquín residente en California publica ‘Bach’s Long Shadow’, un disco dedicado al que reconoce ha sido y es un compositor fundamental en su formación

¿Qué papel ha jugado Bach en su vida?

Desde el principio siempre he percibido una gran belleza y un magnetismo natural en la música de Bach. Pero interpretar a Bach no es fácil, es una música tan pura, tan transparente, que exige mucho al intérprete. Cuando tocas las obras para violín de Bach, entre Bach y el público sólo estás tú y tu violín y tanto Bach como el público son muy exigentes.

¿Cómo fue su entrada en el mundo de Bach?

Empecé a acercarme a la interpretación de las obras de Bach siendo niño, como parte de mi aprendizaje. Desde antes de poder interpretarlas, escuchaba sus obras, disfrutando de su belleza, pero también como un desafío. Las obras de Bach me han acompañado en todo mi proceso formativo y como intérprete. Con 16 años pude presentarme a las pruebas de acceso a The Juilliard School en Nueva York, que se encuentra entre uno de los centros de formación musical más prestigiosos y más selectivos del mundo, y como era de esperar, las obras de Bach formaban parte de las audiciones de acceso.

Usted se ha formado con Midori, otra ilustre del violín y otra enamorada de Bach.

En Juilliard continué mi formación con Midori en la Universidad del Sur de California (USC) en Los Ángeles y Bach y fue una parte muy importante de mi formación durante ese tiempo en el que cursé Artist Diploma, el posgrado más restrictivo y prestigioso de USC. Midori es a mi juicio una de las mejores intérpretes de las obras de Bach. Su pureza y su rigor en la interpretación de la música de Bach atrapan nuestro interés y nuestra atención introduciéndonos plenamente en el disfrute de la grandeza de su música. En esa etapa como alumno de Midori profundicé mucho en la forma de acercarme a Bach y en cómo interpretar sus obras. Digamos que redescubrí a Bach. En La sombra alargada de Bach realizo una interpretación de sus obras, utilizando cuerdas de tripa, como en la época de Bach, en lugar de utilizar las cuerdas de acero que empleamos normalmente. Cuerdas de tripa junto a un arco barroco en un violín Guarnrius de Gesú de 1735. El resultado es una interpretación que tiene como objetivo el recrear la música de Bach, como el maestro de Leipzig la creó entre 1703 y 1720 y como se interpretaba y se escuchaba en esa época.

Se puede decir que Bach ha ido formando su personalidad.

Bach es la representación más clara de la belleza natural creada por el hombre en el mundo occidental. Las múltiples aproximaciones sucesivas que he ido realizando y que realizo cada vez que interpreto alguna de sus obras me han ido influyendo, me han ido moldeando como violinista. Estoy convencido de que Bach, desde que a los nueve años me enfrenté al desafío de ser capaz de convertir las notas de sus partituras en sonido, en música para compartir con las personas que me escuchaban, fue formando mi personalidad, mis gustos musicales y mi capacidad interpretativa. Pienso que en la música de Bach las notas son como pinceladas en una preciosa pintura musical en la que confluye el continuo espacio/tiempo. En este CD pretendo presentar una instantánea, un momento congelado en el tiempo de mi búsqueda de esa esencia que Bach capturó tan elocuentemente en sus Sonatas y Partitas. Como intérprete, mi autoexigencia y mi deseo más íntimo es intentar acercarme a las obras de Bach sin interferencias. Intento que sus notas, su música fluya por sí misma, de una forma natural de mi violín en esos momentos mágicos que se crean en la confluencia entre intérprete, músico y oyente.

¿Siempre se descubren cosas nuevas de Bach al interpretarlo?

La música de Bach es tan pura y al mismo tiempo tan compleja que efectivamente siempre descubrimos nuevos matices, nuevas realidades que nos atrapan y nos maravillan. Para mí abordar la interpretación de sus obras con cuerdas de tripa y arco barroco ha sido un nuevo descubrimiento y un nuevo reto. Lógicamente también ha sido una forma más auténtica, más natural de tocar y escuchar su música. (...) Creo que he conseguido ajustar mis interpretaciones de su música a lo que creo que es esencial.

Fullana, durante un concierto con Midori, otra ilustre del violín.

¿Qué es lo esencial?

La esencia como un estado mental en el que yo soy el medio para que fluya la belleza musical de su música. Me ha inspirado y me ha ayudado mucho en este proceso escuchar óperas barrocas, para darme cuenta de las posibilidades de ornamentación posible en la esencia de la música de Bach, buscando siempre ser fiel al estilo del compositor, lo cual para mi es muy importante. Hacer música es un viaje que inicié siendo niño y que estoy realizando a lo largo de toda mi vida. En este viaje, la curiosidad por visitar lo antiguo y lo nuevo considero que es una actitud imprescindible para mantener el interés y disfrutar del viaje en el que disfruto cada día y cada momento del privilegio de poder tocar la mejor música jamás escrita.

Este CD incluye y viene precedido por un EP (extended play), es decir una reproducción extendida, un CD virtual que está en las principales plataformas de música desde hace quince días en el que incluyes una obra del compositor Joan Valent junto a la Partita número 2 de Bach, ¿Qué es lo que le ha motivado a colocar a estos dos compositores juntos?

Efectivamente, en el extended play que ha precedido al CD, al que podemos acceder a través de un código QR que encontramos en el libreto y en Apple, Itunes o Spotify, por citar sólo algunas, incluyo la partita número 2 en re menor de Bach, de la que forma parte la mítica Chacona, junto a otra gran Chaconna, la de nuestro querido y admirado compositor Joan Valent. De hecho este EP lo he titulado en inglés The Chaconne Files, es decir las Chaconas. En ese EP, el propio Joan Valent explica que su Chacona titulada Punta Campanella es la parte de su viaje personal hacia las profundidades del arte de Bach y la humildad que su música le ha inspirado como compositor. La pieza surge de la inmensa admiración de Joan Valent por la Chacona de Bach, piedra angular del repertorio de violín solo. La melodía siempre cambiante se basa en un pulso constante del bajo ostinato, al igual que en la obra maestra de Bach. Creo que no hay mejor manera de explicitar el significado de La sombra alargada de Bach, de su influencia en compositores posteriores que escuchando Punta Campanella de Joan Valent, una obra bellísima.

El CD incluye obras de Albéniz y Francisco Tárrega. ¿Qué le seduce de ellos?

En el CD he incluido dos obras muy queridas por mí: Asturias de Albéniz y Recuerdos de la Alhambra de Tárrega, que me evocan recuerdos memorables de mi infancia, la impresión que me causó cuando contemplé por primera vez la belleza y grandeza de las montañas y de los valles asturianos y mis viajes veraniegos hasta que cumplí siete años a la tierra andaluza de mis abuelos paternos. Asturias (la Leyenda) es una obra compuesta para piano. En el CD he querido incluir esta adaptación para violín que tiene una gran fuerza expresiva que cautiva la atención de intérprete y oyentes. Recuerdos de la Alhambra de Tárrega es una obra escrita para guitarra, pero en la que el arreglo de Ruggiero Ricci para violín es de una gran belleza. Esta obra evoca el ambiente de fiesta, de diversión y pasión que podemos encontrar en cualquier pueblo pequeño de la península ibérica durante el verano, una música que nos transporta a reuniones de familias y vecinos, comidas compartidas, conversaciones ruidosas y chismes de pueblo surgidos al calor del vino también compartido.

¿Con qué violín grabó este segundo trabajo?

Es un auténtico lujo para los oídos el poder disfrutar de la música de Bach y la del resto de compositores que componen el CD a través del extraordinario sonido del violín «Mary Portman» ex-Kreisler Guarneri del Gesu de 1735, que toco generosamente en préstamo de Clement y Karen Arrison a través de la Stradivari Society de Chicago. Esto es, sin lugar a duda, un gran valor añadido a este viaje musical a la música que Bach creó y ha inspirado a autores de los últimos 300 años. Entre estos compositores en el CD he incluido la obra Recitativo y Scherzo de Fritz Kreisler, uno de los más grandes intérpretes del violín de todos los tiempos, que fue propietario de este violín. Por eso este violín es conocido como «Ex-Kreisler». Cada vez que toco esta obra con este violín, siento unas sensaciones muy especiales, siento las grandes cualidades de este violín, disfruto de su sonido poderoso envuelto en una dulzura magnética que brota, de forma natural del contacto lento entre el arco y sus cuerdas. Pienso que es la primera vez que esta obra ha sido grabada con el mismo violín con el que Kreisler la interpretó en vida, muchas veces. Y me siento afortunado y orgulloso de haberlo podido hacer. Este violín también es conocido como el violín «Mary Portman», en honor a Mary Isabel Portman que fue su propietaria y lo mantuvo a salvo durante la I Guerra Mundial. Por eso, a mi me gusta referirme al violín como «Miss Mary».

¿Tiene en mente una nueva grabación discográfica?

Efectivamente. Es muy importante tener siempre en marcha nuevos proyectos, nuevas metas, nuevas ilusiones que te hacen sentir activo. Mi próximo CD verá la luz a finales de octubre. Se trata de un CD con Apollo’s Fire, la orquesta Barroca de Cleveland, que fue ganadora de un Grammy en 2019. El CD contendrá Las cuatros estaciones de Vivaldi. En mi primer disco grabé la recomposición de las Cuatro Estaciones que compuso el compositor Max Richter. Ahora vuelvo a los orígenes, a la composición de Vivaldi, escrita a principios del siglo XVIII. Una obra inusual para la época en la que fue escrita, que seguro que ha servido de inspiración a los compositores de lo que hoy conocemos como música programática. La grabación está recién realizada, ahora se están llevando a cabo los trabajos de edición. Toco con Apollo’s Fire, bajo la dirección de su directora titular Jeannette Sorrel, reconocida internacionalmente como una de las intérpretes más importantes del repertorio barroco y clásico de la actualidad.

Estará de gira por Europa este verano, incluyendo su presentación como solista-director con la Orquestra Simfònica de Balears a principios de julio. ¿Qué puede adelantar de ese concierto?

Para mí tocar con nuestra OSIB es siempre algo muy especial y por lo que se me ilumina la cara y el alma. Debuté con ellos, por primera vez cuando tenía nueve años y puedo decir que tocando con ellos comprendí que quería ser violinista. Con ellos también he crecido como persona y como intérprete. El concierto será un concierto en el que no estará Bach, pero sí estará muy presente la música barroca. Será la primera vez que toque con la OSIB como concertino-director, por lo que estoy muy ilusionado.

Durante la pandemia se pusieron de moda los conciertos en streaming. ¿Se siente cómodo en ese formato?

Pienso que la experiencia de un concierto en vivo es algo único, irrepetible e insustituible. La música tocada por un mismo intérprete no es la misma interpretada en una sala de conciertos con el calor y la atención de los melómanos que cuando te pones delante de una cámara sin público. Un concierto es algo mágico en el que se crea una atmósfera especial, una energía bidireccional que hace que la música que sale de nuestros instrumentos llegue directamente al corazón del público. Pero también creo que los conciertos en streaming han sido un gran descubrimiento para todos, para público y para intérpretes. Durante este año largo en el que la covid ha impedido que nos podamos reunir para disfrutar de la música, los intérpretes hemos tenido la oportunidad de poder reinventarnos para poder llevar nuestra música a aquellos que querían escucharnos. Durante este largo año de pandemia he participado en muchos conciertos en streaming, en todos los formatos, recitales de violín solo o violín y piano, música de cámara y conciertos con orquestas. Estoy convencido que los conciertos en streaming han venido para complementar a los conciertos en directo. Pienso que cada vez los iremos valorando más como una vía que no sustituye, pero sí complementa a los conciertos en directo. No creo que debamos infravalorar el potencial de los conciertos retransmitidos en streaming que se pueden ver desde cualquier parte del mundo, sin limitaciones geográficas, incrementando el aforo real de los asistentes a los conciertos en vivo con el aforo virtual.

¿Qué banda sonora le pondría a la pandemia?

La banda sonora de la pandemia, desde mi punto de vista, sería una narración sonora que transformaría, de golpe, el jolgorio, la alegría, el sonido alegre y dinámico de la vida de todos nosotros en un silencio desgarrador que nos lleva al vacío más absoluto. Un vacío, un silencio roto por la presencia y mérito de los únicos a los que la covid no consiguió parar ni en los peores momentos, nuestros médicos, nuestros sanitarios y nuestros trabajadores esenciales. Un vacío, un silencio roto por la lucha por la vida de los millones de personas contagiadas en todo el mundo, sonido de respiradores y otra vez el silencio y el vacío de los que no pudieron superar la enfermedad. Y al final otra vez el resurgir de la música que vuelve a la vida de todos nosotros, que nace del saber humano, que nace de la investigación que nos han traído las vacunas y con ellas el final del vacío, el final del silencio y la vuelta de la música , otra vez la música alegre, la música para la esperanza y para la vida. Todo ello creo que queda perfectamente sintetizado en las seis sonatas y partitas de Bach, que van en progresión, desde el sentimiento enigmático y oscuro de la primera Sonata en sol menor hasta la Partita número tres en mi mayor que representa la esperanza y la recuperación del optimismo.

¿Cómo se ha vivido la pandemia en EE UU?

He vivido la pandemia como todos, como una pesadilla que llegó sin que nos diéramos cuenta y que ha truncado muchas vidas y ha tambaleado, como nunca antes habíamos imaginado, nuestro sistema de vida. El 1 de enero de 2020 iniciábamos el Año Beethoven, durante el cual íbamos a celebrar por todo lo alto el 250 aniversario del nacimiento del compositor alemán. Las previsiones de celebraciones eran muy numerosas y continuas en todo el mundo. En esta tesitura estaba yo que, entre muchos conciertos previamente contratados, el 1 de marzo debía haber iniciado una gira de conciertos titulados China Beethoven Recital Tour, que me llevaría a tocar obras de Beethoven en el Gran Teatro de Shanghai y de allí a otros importantes auditorios de diferentes ciudades de China. China estaba entonces en plena pandemia desbocada de coronavirus. Aquello nos parecía muy lejano y que no iba con nosotros, pero nos equivocábamos. Lamentablemente, con una velocidad exponencial la covid-19 se fue extendiendo por los diferentes países del mundo y también llegó a Estados Unidos con una fuerza de propagación tremenda. A partir de aquí, el efecto dominó de la covid había comenzado con sus consecuencias desastrosas y, hasta la aparición de las vacunas, imparables. Uno a uno se fueron suspendiendo todos y cada uno de los conciertos que tenía previstos para una temporada que me tenía que llevar a tocar por Europa, Asia y América. De repente nos vimos forzados a cambiar la música, los conciertos, por el silencio y por el confinamiento más absoluto. A nivel personal esto me produjo desazón, inquietud, preocupación e incluso impotencia. Pero, desde pequeño, estoy acostumbrado a que cuando uno se cae, hay que intentar levantarse lo antes posible. Llegué a la conclusión de que había llegado el momento de levantar la mirada y de ver más allá de la covid y, mientras tanto poner el que más me gustaba, lo que mejor ser hacer al servicio de los demás, ya fuera con interpretaciones al aire libre con distancia social y medidas sanitarias o con conciertos en streaming. Creé varios vídeos que todavía están presentes en internet para enseñar la técnica del lavado de manos en 20 ó 40 segundos escuchando precisamente música de Bach.

¿Qué tal le ha sentado al país el cambio con Biden?

Joe Biden está demostrando ser un gran presidente, una persona tranquila y reflexiva, un político de una gran experiencia que se ha rodeado de un gran equipo que está llevando a cabo una gestión brillante y eficaz de la tremenda crisis sanitaria, social y económica producida por la covid. Biden fue capaz de poner en marcha, desde el minuto uno de su llegada a la Casa Blanca, un gigantesco y eficaz plan masivo de vacunaciones que empezaron literalmente en Navidad. Ha sabido movilizar magistralmente todos los medios civiles y militares con los que cuenta Estados Unidos para ponerlos a vacunar, a salvar millones de vidas y así ha sido y continúa haciéndolo. A día de hoy ha conseguido vacunar al 50% de la población, y no hemos de olvidar que estamos hablando de una población cercana a los 330 millones de habitantes. Y ahora se está poniendo en marcha un ambicioso plan para invertir billones de dólares desde ahora mismo que se incrementarán anualmente para infraestructuras, educación y atención médica, lo que va a ser la inversión pública más alta desde la Segunda Guerra Mundial.

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