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Damián Mahler Director y compositor.

«La música es como el amor, uno no sabe por qué ama a alguien, sino que simplemente lo ama»

El director y compositor argentino se pondrá al frente de la Simfònica el próximo día 26 en Son Fusteret dirigiendo un programa compuesto por bandas sonoras del cine de ciencia ficción

El director de orquesta Damián Mahler.

Usted viene de una familia musical. ¿Cómo influyó el hecho que su padre fuera compositor?

Tuve el privilegio de vivir desde muy pequeño la música con total naturalidad y nunca llegué a preguntarme si quería hacer otra cosa. Crecí viendo trabajar a mi padre y lo acompañé durante mi adolescencia. Fui muy afortunado en ese sentido. Mi hermano también es músico pero nuestros padres nos dieron siempre la libertad de elegir, sin presiones.

De hecho su padre, Ángel, compuso la música de uno de los musicales de más éxito en Argentina, Drácula, que usted acabó dirigiendo. ¿Cómo fue dirigir una obra de su padre?

Dirigir Drácula con mi padre tocando el piano al lado fue uno de los regalos más hermosos, algo inolvidable. Vivimos esa época con mucha intensidad, era un desafío enorme y lo asumí con una responsabilidad desmesurada. Esa obra forma parte de la banda sonora de mi infancia.

Ya de muy joven se decidió por la dirección y composición. ¿Por qué?

La música es como el amor, uno no sabe por qué ama a alguien, simplemente lo ama, y en todo caso luego analiza. Se produjo en mí un despertar musical temprano más fuerte que yo. Sigue siéndolo. Siempre fui muy curioso, analítico y tuve la suerte de que esa curiosidad me llevara a querer estudiar desde chico.

Su obra de más éxito, Siddharte, fue el estreno más visto en Argentina en los últimos 25 años. ¿Cómo vivió aquel éxito?

Fue sobrenatural. Siddharta fue un proceso compositivo de siete años. Nos costó muchísimo hacerla, en todos los sentidos posibles. Nadie creía que fuera posible, pero cada puerta que se nos cerraba parecía darnos más fuerza para seguir trabajando. Verlo plasmado luego de tanto tiempo y con semejante repercusión fue realmente increíble.

¿Cómo fue adaptar y poner música a un texto tan alejado de la tradición occidental?

Siento que Siddharta es la historia de cualquiera de nosotros. Creo que un punto fuerte de la novela es ese, es la identificación inmediata que genera el personaje, ese buscar la verdad. Su emoción y conflicto son universales.

Y del teatro musical a la ópera rock con Narciso. ¿Fue fácil el cambio de registro?

Fue una pieza más experimental, muy rockera y sinfónica. Siempre me interesó unir esos mundos. Al tratarse de una pieza teatral, seguía siendo un espacio cercano.

¿Qué tiene la música de cine que le interesa tanto?

Que sintetiza. Que tiene la capacidad de ponerse en el lugar del espectador, al punto de ser su voz. La música de cine cuenta una historia a través de un idioma que todos comprendemos, pero a la vez no podemos explicar. Logra resumir en unos pocos compases el concepto entero de dos horas de película. Cuando una gran música de un gran filme nos conmueve, se hace eterna e inolvidable.

Y en concreto. ¿Por qué le interesa especialmente la de ciencia ficción?

Porque crea mundos. Porque rompe con esquemas, cruza límites. Porque se basa en reglas que conocemos y a la vez crea otras nuevas. Porque es imaginativo y contemplativo. Porque a menudo es la voz de nuestra más vívida imaginación. Porque nos invita a creer en lo que está más allá de nuestro entendimiento. Y porque además ha sido fuente de gran inspiración para los compositores, que también se animaron a romper límites y a través de ello crear bandas sonoras novedosas e inolvidables.

¿Qué características debe tener una banda sonora para que guste al público?

Creo que todas las grandes bandas sonoras tienen una cualidad en común, por diversas que sean, que las hace indiscutibles: potencian la imagen y logran trascenderla. Imprimen musicalmente la emoción del filme y logran que eso sea eterno. Todos los clásicos del cine tienen una música inolvidable. Es una cualidad común. Y creo que una hace a la otra.

¿Qué compositor ha sabido componer mejor para las películas de aventuras y de ciencia ficción?

Es difícil elegir uno. Admiro la vitalidad de Alan Silvestri, la potencia de Basil Poledouris, la originalidad de Danny Elfman, la versatilidad de Jerry Goldsmith... pero si tengo que elegir a uno, claramente elijo al eterno John Williams.

¿Por qué Williams es tan grande en ese terreno?

Porque ha sido y sigue siendo inagotable. No solamente creó en los últimos 40 años gran parte de las bandas sonoras más inolvidables de todos los tiempos, sino que además ha influido en los compositores contemporáneos. Ha logrado que el gran público disfrute de grandes obras orquestales. Es único e irrepetible. Y lo más curioso para mí es que es de lo más moderno y utilizando una orquesta sinfónica. Williams abrazó la historia de la música y la unió en las películas. Un coloso.

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