El programa I-CoDes. Institut de Coorpologies Deslocalitzades, creado en colaboración entre la conselleria de Fondos Europeos, Universidad y Cultura y Es Baluard Museu, llega este sábado, día 8, a su tercera entrega con Partitures habitades. La bailarina y coreógrafa Mariantònia Oliver, el músico Jaume Manresa y José Antonio Sánchez, investigador y autor de obras sobre estética y práctica artística, invitarán a la reflexión sobre el peso del pensamiento occidental sobre el cuerpo, además de realizar un ejercicio práctico sobre cómo diseñar un cuerpo.

Ya no quedan plazas para participar en esta sesión que tendrá lugar a partir de las 10:30 horas en el Aljub y que se iniciará con la aportación teórica de José Sánchez, que hablará sobre Corpologia i poètica. Como aclararon ayer los propios artistas durante la presentación de Partitures Habitades, en la aportación práctica de esta sesión, los asistentes no van a ser testigos de un ensayo ni de una puesta en escena de lo que el músico y la bailarina ya saben hacer, sino que van a ser partícipes del proceso creativo en sí.

En este sentido la directora general de Cultura, Catalina Solivellas, describió el proyecto como una ayuda para que los creadores tengan espacios para la investigación mientras que Imma Prieto, directora de Es Baluard Museu, enmarcó el proyecto dentro de las líneas transversales del museo.

«Agradezco mucho este tipo de encuentros, los artistas siempre hacemos espectáculos y esto es muy cansado. Con esta propuesta tenemos la oportunidad de abrir a la audiencia todas las reflexiones que experimentamos de forma cotidiana», dijo Oliver quien matizó que Partitures habitades «no es un taller, es una experiencia de reflexión compartida, tenemos la oportunidad de probar y compartir y el foco no está en el cuerpo del bailarín». La coreógrafa y bailarina mencionó que ha aparecido una atención específica hacia el cuerpo a raíz de la pandemia puesto que «hemos tenido vivencias radicales, hemos observado y experimentado la importancia de esta mirada, de quiénes somos como cuerpo, cómo nos comunicamos y cómo conducimos esta nueva política del cuerpo», algo que para Oliver es «esencial». Por su parte, Jaume Manresa admitió: «soy músico, pero siempre he tenido curiosidad por el hecho escénico, sobre todo por la danza. Hay una dimensión corporal de la música y el sonido que descubres cuando trabajas el cuerpo».

Manresa, que colabora con la compañía de Mariantònia Oliver y desarrolla su carrera tanto en el pop como en la creación de espacios sonoros para el teatro, adelantó que «enfocaré mi parte en ver de qué manera podemos entender el sonido como cuerpo, cómo te relacionas y cómo te afecta, qué deseo te produce para que sea una parte activa y generadora». Añadió que «podemos crear sonido de muchas maneras sin que sea desde la cabeza, que no se pierda la conciencia del cuerpo, porque es eso lo que te cambia la manera de moverte y de ver el mundo», argumentó.