“Haciendo una tesis doctoral siempre te surgen caminos de investigación que no puedes evitar seguir. En este caso, de mi investigación sobre Baltasar Samper os puedo empezar a presentar a la compositora inglesa Cicely Foster (1903-2002)”, apunta el musicólogo Amadeu Corbera en un hilo de Twitter. “Una historia de aquella fascinante Mallorca de antes de la Guerra Civil, un mundo de artistas, bohemios, aristócratas, socialistas y fascistas expatriados, nazis y republicanos. La Mallorca que estuvo a punto de ser y el Golpe de 1936 interrumpió”, escribe Corbera a modo de preludio a lo que desvelará después.
Cicely Foster estuvo casada con el pintor Archie Gittes "y al parecer también era la cuñada de Juli Ramis". “Llegaron a Mallorca en 1932. Vivían en Cas Potecari, en Génova, vecinos de Manuel de Falla y George Copeland. La casa era propiedad de la familia Sureda i Montaner, ‘vieja aristocracia mallorquina como la de Bearn’”, explica el musicólogo, quien recoge también que la pareja de Gittes-Foster era muy amiga también de otra pareja de ingleses que se habían establecido en la isla hacía poco: Laura Ridding y Robert Graves. “Esta relación es un campo que está muy poco explorado y que puede dar de sí”, sostiene Corbera. La correspondencia entre ellos es larga y abundante.
Cicely también entabló una fuerte amistad con Pazzis Sureda, una de las hijas del matrimonio formado por Joan Sureda y Pilar de Montaner. “Pazzis se suicidó en 1939, enferma de tuberculosis y después de que la violara un nazi”, escribe el musicólogo mallorquín, quien también ha escrito un extenso artículo sobre Cicely en Sonograma Magazine. “Al menos, ésta es la versión sobre estos hechos de un manuscrito de la propia Cicely, escrito cuando ya vivía en EE UU”.
La compositora inglesa había estudiado en Roma con Alfredo Casella y en París, con Cortot y, “seguramente con Nadia Boulanger”. En junio de 1936, estrenó una obra en el primer concierto del Festival Chopin, D’une fontaine. Escribió diversas obras, como un concierto para piano y una versión orquestal del Cant dels Ocells, que sin duda la relaciona con el Noucentisme musical de Joan M. Thomàs y Baltasar Samper.
“De momento, no sabemos mucho más. Le hemos localizado un ballet para orquesta de temática mallorquina, The Olive Pickers, en la Biblioteca Pública de Nueva York, en el fondo de José Limón. La obra recrea una fiesta fantasmal en Valldemossa, de antiguos payeses y recolectores de aceitunas que regresan al pasado al son de unas xeremies remotas.
Corbera ha podido contactar con uno de los hijos de Cicely, por lo que confía tener pronto más información y disponer de más material “sobre esta compositora que también fue un poco mallorquina”.
