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Se alquila el cine Lumiere de Palma

Los mismos propietarios también ofrecen el Metropolitan

Fachada del cine, ayer por la tarde.

Una de las salas de cine más queridas de Palma y que echó el cierre en 2005, la sala Lumiere, se alquila por 5.000 euros al mes. La oferta aparece recogida en uno de los portales inmobiliarios más populares, idealista. Son 1.270 metros cuadrados distribuidos en una planta que está a la altura de la calle, un sótano, un primer piso y un despacho. «Espacio diáfano con gran altura. Ideal para gran comercio, supermercado, gimnasio, etc.», recoge el anuncio. «Segunda mano, para reformar», añade. En las imágenes que acompañan el anuncio, puede verse el deterioro en el interior del antiguo cine, que llamaba la atención por su pendiente y no tener anfiteatro.

La sala, que abrió en 1973, fue escenario del estreno de la polémica película 'Instinto básico'

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El inmueble también se ofrece para la venta. «Es un edificio grande e intentamos sacarle alguna rentabilidad», explica a este diario Sebastià Salom, hijo de una de las propietarias del edificio. «Las dueñas de este cine, así como del Metropolitan, que también lo hemos puesto en alquiler, son Maria y Carme Servera. Estos negocios ya eran de su padre. Ahora nos queda el Rívoli y también el 50 por ciento de Aficine», comenta Sebastià Salom, quien recuerda que la sala de la calle Sant Ferran, la vía que separa los barrios del Fortí y Son Cotoner, abrió sus puertas en 1973 con el estreno de la película Un cálido diciembre de Sidney Poitier.

El hall o recepción.

En la sala también se estrenaron títulos como la polémica Instinto básico o El paciente inglés.

«Tengo una gran anécdota en el Lumiere», confiesa Salom. «Fue cuando proyectábamos Parque Jurásico. Hubo un exceso de gente, por encima del aforo del cine. La taquillera se hizo un lío, lo cual no era difícil porque antes las entradas no iban numeradas y cuando te comprabas una entrada te podías quedar a otra sesión, y se quedaron como un centenar de personas fuera sin poder entrar. Había nervios. Llamaron a la policía. Resulta que dentro estaba la infanta Cristina y afuera, en la calle, se había quedado la infanta Pilar. Al final lo que hicimos fue añadir una sesión a las 12 de la noche para todos aquellos que se habían quedado fuera», evoca.

La sala y la pantalla del Lumiere.

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