Dos enormes focos de 18.000 watios emularán la luz del sol y el popular bar Oasis de Can Picafort será un biergarten de la Platja de Palma. El establecimiento que en la ficción se llama Fata Morgana hará honor a su nombre y a partir de hoy creará una ilusión óptica en la localidad costera del norte de Mallorca porque comienza el rodaje de la nueva serie alemana König von Palma (rey de Palma). La calma pandémica en la zona turística fue sustituida ayer por un trajín continuo en la esquina del paseo de la primera línea con la calle Arenal. En este escenario transcurre buena parte de los seis capítulos de la televisión RTL que están ambientados en la década de los 90 en s’Arenal de Ciutat, por lo que el equipo creativo lleva un mes dedicado a transformar por completo el conocido negocio de restauración y durante la mañana de ayer hacían lo mismo con los demás comercios cercanos.
El viejo El Gaucho se convirtió en unos minutos en un pequeño supermercado mediante paneles colocados en sus cristaleras. El mismo sistema fue utilizado para que el local situado enfrente sea en la serie la peluquería y salón de belleza Francesca, mientras que la pared lateral de la tienda de ropa de la esquina anuncia ahora un típico souvenir de los 90, pese a que en su interior sigue vendiendo moda. Dos operarios le colocaban unos vistosos toldos con rayas amarillas y naranjas y otro grupo completaba el atrezzo del Fata Morgana, donde se ha cambiado la barra y se ha sustituido todo el mobiliario, la iluminación y las paredes para que parezca una cervecería alemana de la época, incluso con el despacho del jefe, en el que los decoradores no se han dejado ningún detalle.
El equipo creativo, formado por una treintena de personas, también ha tuneado la zona del paseo frente al establecimiento, ya que ha pintado de gris el muro que separa la playa, ha instalado una antigua cabina telefónica y ha colocado hamacas y sombrillas, pese a que todavía no es verano. Y el pequeño local de alquiler de buggies arrienda en la serie tablas de windsurf y cuadriciclos. Aún les queda mucho trabajo, ya que a finales de mes transformarán la discoteca Charly en la conocida Riu Palace de la Playa de Palma y después deberán modificar otra vez el Oasis, cuyo propietario es Guiem Font, también conocido en Can Picafort por regentar los Jamaicas y El Gaucho y porque su padre es el dueño del restaurante El Molino, en Son Bauló.
El ambiente previo al rodaje, que comienza hoy y durará hasta julio, se notaba además por el continuo trasiego de camionetas. De una sacaban tres percheros metálicos con el vestuario de los intérpretes, que eran guardados en la agencia de viajes colindante al hotel que se ha convertido en el centro de operaciones; de otros tres vehículos pertenecientes a la empresa MN Studios extraían metros y metros de cableado para la electricidad necesaria durante estas «17 semanas, ya que sin luz no hay serie», en palabras de uno de los operarios; y varias horas más tarde llegaba el camión más esperado, el del catering, que se encargará de alimentar cada día a una media de un centenar de personas, según los cálculos de una de las encargadas.
Medidas anticovid
En los descansos para comer de esta filmación no habrá largas mesas donde reunir al equipo, sino que los trabajadores tendrán que hacerlo por separado. Es una de las muchas medidas contra la pandemia implantadas por la producción de la serie, que tiene empleados específicos dedicados a controlar las normas. Todos los profesionales deberán hacerse tests de antígenos diarios y en los espacios cerrados la distancia de seguridad y los aforos limitados están a la orden del día.
En Can Picafort es donde más escenas se rodarán en interiores, ya que los exteriores se llevarán a cabo principalmente en la Playa de Palma y otras localizaciones de Mallorca. En ellas se desarrollará la llegada y el asentamiento en la isla de una familia de inmigrantes alemanes tras la caída del Muro de Berlín atraída por «la fiebre del oro de los años 90». El pequeño empresario de un biergarten se convertirá en un magnate de la noche, una historia y otras en las que se entremezclarán temas como el turismo, la corrupción y la reunificación alemana vivida desde esta isla del Mediterráneo, que tres décadas después sigue siendo el destino perfecto para millones de germanos.
