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Los hijos de Antoni Caimari, herederos universales de su obra

La Fundació ACA queda así fuera del reparto de bienes

Antoni Caimari Caldés es uno de los hijos del compositor fallecido el pasado febrero.

Los hijos de Antoni Caimari Alomar, Antoni y Eva Caimari Caldés, son los herederos universales de la obra artística de su padre, así como de todas aquellas pertenencias «que no había donado a la Fundació ACA o que no habían sido pagadas con dinero de la institución», aclara a este diario uno de sus descendientes, Antoni Caimari Caldés.

«Mi padre no hizo finalmente testamento y sabía muy bien lo que hacía, lo hizo para dejarnos toda su obra a nosotros sus hijos. Finalmente, no ha dejado nada de su legado artístico personal a la Fundació ACA», comenta satisfecho. La noticia la conocieron los descendientes del compositor pobler ayer por la mañana en una notaría de Palma. «El legado que pasa a nuestras manos lo conforman unas 300 obras musicales. Además de los soportes físicos, es decir, los másters, que los pagó mi padre, tenemos algo muy importante, que es el cien por cien de los derechos», cuenta Caimari Caldés. «Además, mi padre me ha nombrado gestor de esos derechos y de su figura, lo que supone que si se quiere utilizar su nombre para alguna actividad, publicación u homenaje, nos tendrán que pedir autorización a nosotros», cuenta.

El hijo explica también que ahora lo principal es dar a conocer la obra de Antoni Caimari compositor. «Voy a digitalizarla toda. Ya empecé a hacerlo hace un año junto a él cuando estábamos confinados». «La voy a llevar hasta a un sitio donde a él le hacía mucha ilusión que llegara. En su momento, desvelaré todo», señala.

Entre sus pertenencias, el hijo señala que hay por ejemplo cuadros de amigos artistas suyos.

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Fallece el compositor Antoni Caimari a los 77 años

«Al final mi padre ha cumplido con lo que me expresó en los últimos tiempos, que no iba a dejar nada a la fundación, no quiero saber nada de esta gente, me decía muy disgustado», explica. «Y yo estoy muy contento porque ellos ahora querían apropiarse de la obra artística y no les ha dejado nada», abunda el hijo del compositor. «Es cierto que cuando estaba contento con la institución, mi padre siempre decía que donaría a la fundación el 50% de sus obras y el resto a nosotros, pero al final estaba tan decepcionado con ellos que cambió de opinión», subraya.

Caimari Caldés recuerda que su padre donó a ACA unos terrenos, «la casita donde él vivía», además de un piano Bösendorfer «que está valorado en unos 180.000 euros». «Visto que el legado artístico lo tendremos nosotros y que mi padre ya ha fallecido, pienso que la Fundació ACA ya no tiene demasiado sentido», concluye.

El patrimonio artístico lo conforman 300 obras musicales, cuyos derechos gestionará Antoni Caimari Caldés

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Ante la noticia de que Caimari no lega nada a la fundación, su secretario, Miquel Àngel Tortell, aseguró que desde el patronato «no se guardaba ningún sentimiento negativo. Respetamos el derecho civil y la voluntad del compositor».

Eva Caimari a su hermano: "El único camino es la paz"

La hija del músico y hermana de Antoni Caimari Caldés, Eva, escribió en sus redes sociales un texto donde aseguraba que el único camino posible para solucionar el conflicto entre el patronato de la Fundació ACA y el hijo del compositor es «la paz». «El legado que ha dejado papá puede perdurar siglos para las futuras generaciones. Papá no hubiera estado de acuerdo en que nadie sacase ese legado del sagrado edificio de la fundación. Papá tampoco hubiera querido la formación de un ACA 2 alejado del templo que él construyó. Esta guerra que has iniciado te conllevará mucho sufrimiento. Transforma el odio en amor, hermano».

Un patrono de ACA denuncia "abuso de confianza"

Un patrono de la Fundació ACA, Pedro Serra Payeras, ha denunciado mediante un escrito al Protectorado de Fundaciones que «los miembros de la junta ejecutiva han abusado» de su confianza «al haberme ocultado información y haberme utilizado durante estos años para tener mi firma en reuniones de patronato, como a ellos les ha convenido a base de una dinámica de potenciar las peleas y camuflar sus verdaderos intereses: apropiarse del control de la fundación para su propio beneficio», recoge el escrito de Serra enviado a la conselleria de Cultura.

En el texto, exige que se invalide su firma de la reunión extraordinaria del 16 de octubre de 2019, en la que se destituyó al presidente vitalicio Antoni Caimari Alomar de su cargo, «con un informe de supuestas evidencias verbales y dudosas fuentes documentales plasmado por tres de los miembros de la comisión ejecutiva, lo cual no tiene ninguna validez legal. El único informe válido habría sido el de un médico forense», señala.

Serra Payeras, que expresó a este diario que ya no soporta «más amenazas», denunció ante el Protectorado que se siente «vigilado y amenazado» por el secretario de la fundación Miquel Àngel Tortell, «que ha atentado contra mi privacidad en redes sociales».

El patrono arremete en su carta contra la manera de proceder en la fundación, «donde existe una dinámica antidemocrática porque la junta ejecutiva siempre decide el orden del día y el patronato les sirve para blanquear las decisiones previamente acordadas por ellos. Las actas de las reuniones se hacen a posteriori y como resultado se pierde información o se cambia el sentido de manera sutil de algunas intervenciones». «No se hacen actividades y a esto se le podría llamar malversación de fondos», arremete duramente Serra en el escrito. «Sólo se hacen algunas actividades anuales para justificar la subvención», denuncia.

Linchamiento digital según Tortell

El secretario de ACA, Miquel Àngel Tortell, rechazó la acusación de «abuso de confianza». «Él tenía toda la información a la hora de la votación, si él no se la miró el problema no es nuestro. Ahora no puede decir que se echa atrás. Por otra parte, podría haber hecho enmiendas en su momento hasta el día del patronato. Y si dice que se sintió manipulado, ¿por qué no impugnó en el momento? Pedro Serra parece que desconoce cómo funciona la fundación», señala el secretario. «Quizá el negligente ha sido él porque tenía toda la información en tiempo y forma», insiste Tortell. «Lo que está teniendo lugar ahora es una estrategia de linchamiento digital contra nosotros detrás de la cual sospechamos que está el intelectual Basilio Baltasar y por supuesto el hijo de Caimari», sostiene el secretario, quien refuta las acusaciones tanto de amenazas como de atentado a la privacidad en las redes sociales de Pedro Serra. «Simplemente vi un comentario suyo que estaba en otro Facebook y le hice un comentario en persona, pero no le amenacé», cuenta. En cuanto a la queja de falta de actividades, Tortell contabilizó en la memoria del año 2020 una «quincena larga de actos e intervenciones».

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