El Auditori de Manacor estrena este sábado a las 19 horas la obra teatral Kelly, una pieza que tiene el objetivo de dar voz a las camareras de piso y que llegará a la Sala Gran del Teatre Principal de Palma entre el 26 y el 28 de marzo.

La función del 26 de marzo contará también con un coloquio y la del 27 estará precedida por la lectura de un mensaje con motivo del Día Mundial del Teatro, según ha indicado el Consell de Mallorca.

Esta obra, que fue creada por Rafel Gallego, crítico de teatro de este periódico, durante un periodo en el que estuvo trabajando en una residencia en el Teatre Principal de Palma, muestra el papel que tienen las camareras de piso en la sociedad y, especialmente, en la industria turística.

En este sentido, la consellera insular de Cultura, Patrimonio y Política Lingüística, Bel Busquets, valoró que esta obra habla de «la cara femenina del turismo». Además, destacó la necesidad de visibilizar este colectivo, pues ahora no solo se tiene la voz de los grandes hoteleros, sino también de las kellys.

Por otra parte, el director del Teatre Principal, Josep Cerdà, remarcó la importancia de que el teatro contemporáneo sea «un espacio de reflexión de la realidad social», así como un lugar de debate en el que se pueda hablar de «lo que gusta y lo que no».

En esta misma línea, el director, Sergi Belbel, valoró que se trata de una pieza «muy potente» y ha contado que su participación en este proyecto le ha servido para darle «pistas sobre la arquitectura teatral».

«Estas mujeres están en la base de un sistema que puede derrumbarse si se decidieran a unirse y trabajar conjuntamente por sus derechos», asegura Belbel, que ve en esta obra «unas emociones inapelables al servicio de una causa justa».

Finalmente, la intérprete Eva Barceló, que participa en Kelly, señaló que, durante su trabajo en esta obra, vio cómo cambiaba la visión sobre estas empleadas, que «han pasado de camareras de piso a mujeres poderosas».

La pieza está interpretada también por Pat Aguiló, Alícia Garau, Lluqui Herrero, Núria Fiol y Xavi Núñez y cuenta con el vestuario de Pau Aulí, la música de Pere Campaner, los efectos de Miquel Àngel Raió y la escenografía de Max Glaenzel.