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El arte a la carta de las hermanas Febrer

Lluïsa y Júlia exponen en el taller de Antònia Camia, en Felanitx, las misivas que han intercambiado en los últimos años transformadas por Bernat s’Esmolador en objetos artísticos e instalaciones íntimas

Bernat s’Esmolador,flanqueado por Júlia (izda)y Lluïsa Febrer (dcha).

Sin más intención que compartir experiencias y confesiones, las hermanas y artistas mallorquinas Lluïsa y Júlia Febrer empezaron a cartearse motivadas por la separación a la que se vieron forzadas por sus estudios. Desde el primer momento, tuvieron claro que ni los mensajes de WhatsApp ni los mails eran para ellas. «Las dos somos ultrarrústicas, odiamos la tecnología digital», confiesa la hermana mayor, Lluïsa. La correspondencia arrancó cuando ésta abandonó Sant Joan para poner rumbo a Barcelona, donde empezó Bellas Artes. Una carrera que después continuaría en Valencia y en Madrid. «Estas cartas rastrean nuestros movimientos, cambios, rupturas, enamoramientos, preocupaciones. Nos contamos nuestras cosas», apunta.

Al principio, los sobres que se enviaban «eran muy normales», luego empezaron a llenarse de dibujos, «cosíamos elementos, empezamos a usar otros formatos o a reutilizar sellos», tanto fue así que los carteros se convirtieron en «cómplices» de estas hermanas artistas para que las misivas siempre llegaran intactas al destino. De la simple narración de hechos, las cartas se fueron enriqueciendo con poemas, cómics, recortes de frases de revistas y periódicos, fotografías o ilustraciones de enciclopedias antiguas, además de dibujos propios de las Febrer. Un universo poliédrico que llegó a incluir olores, polen y otras sorpresas sensoriales.

Las cartas artísticas, en el taller de Antònia Camia, en Felanitx.

En todos estos años de correspondencia, Lluïsa señala varios hitos importantes. Uno de ellos fue el que se produjo entre 2017 y 2018. «Tuve la crisis de los 20 años. Me di cuenta de que ya era adulta y empezaron las decepciones. Eso se nota mucho en esas cartas, donde empezamos a vomitar todo lo que llevábamos dentro. Son cartas muy negras», relata. Durante el confinamiento pandémico, la correspondencia se volvió más intensa y frecuente. «Fue la época en la que disfrutamos más porque teníamos más tiempo y ampliamos también la red de cartas con un grupo de amigos».

El arte a la carta de las hermanas Febrer

La idea de exponer de algún modo todo este material artístico fruto en parte de una acción performativa involuntaria siempre ha estado en las conversaciones entre las dos hermanas. Pero no se ha materializado hasta ahora. En esta decisión, entró en juego un personaje crucial: Bernat s’Esmolador, de Felanitx. «Es muy amigo nuestro y es quien nos ha convencido para sacar adelante este proyecto. Nos dijo que todo esto debía presentarse de una manera íntima», comenta Lluïsa. La solución que aportó Bernat es la creación de una suerte de caja-objeto donde se muestran fragmentos de la correspondencia.

El arte a la carta de las hermanas Febrer

El arte a la carta de las hermanas Febrer

«Nos propuso que fuéramos a nuestra casa y cogiéramos aquellos objetos que nos habían marcado. Por ejemplo, cogimos una jaula donde teníamos una paloma, un molde donde hacíamos coca, cajas viejas de fruta, botes de pintura, todo elementos caseros de foravila», detalla Lluïsa. «Bernat ha diseccionado nuestras cartas y algunas de ellas las ha convertido en objetos, ha hecho un trabajo muy interesante -agrega- porque se las ha leído todas y ha relacionado muy bien su contenido con los objetos encontrados», considera. Todos estos elementos están colgados desde ayer en las paredes del taller de Antònia Camia en Felanitx, un espacio artesanal «ideal para mostrar todo este trabajo».

Para Lluïsa, su hermana Júlia es la verdadera creadora en casa. «Tiene mucha imaginación, pero es insegura y reservada. Yo soy más extrovertida», comenta. Mientras la mayor, que ahora tiene 25 años, terminó Bellas Artes, la pequeña, de 22, hizo Escultura en la Massana de Barcelona. «Ahora cursa Estudios Literarios. Júlia es una artista global, completa».

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