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Dati Ruiz: «Hoy en día los niños son reacios a encontrar mucho texto en los libros»

«Para conseguir la publicación de Henrik Tamm estuvimos dos años explorando el mercado, compramos los derechos en la Feria de Fráncfort»

La editora mallorquina Dati Ruiz.

Espiral Ediciones es la línea infantil y juvenil de la editorial mallorquina Dolmen ¿Cuál es su trabajo en la editorial?

Cuando me incorporé a Dolmen empecé llevando los temas de relaciones con la prensa, pero debido a mi afición por los libros infantiles y juveniles me he convertido en la editora de esa nueva línea de publicaciones.

El Festival de Literatura Infantil y Juvenil de Tres cantos también ha reconocido la labor de editoriales grandes y consagradas como Anaya, La Galera, Blackie Books. ¿Cómo es figurar al mismo nivel que editoriales tan prestigiosas?

Para nosotros fue una muy grata sorpresa. Y es que al competir con esos gigantes del mundo de la publicación es muy difícil ganar. Pero al final, después de un trabajo serio, hemos conseguido que nos presten atención. Es un reconocimiento a esa nueva línea que hemos abierto.

¿Cómo se sitúa Mallorca en la edición de literatura infantil?

La verdad es que no hay mucha oferta editada en la isla, así que nosotros pensamos que podemos llenar un hueco. Nuestros libros están pensados para, desde aquí, poder llegar a un gran número de lectores de la península.

¿Y por lo que hace a lectores jóvenes?

Pues en este aspecto sí que no estamos mal situados. Lo podemos comprobar a través de los clubes de lectura, que tienen muy buena acogida y a los que asisten jóvenes y adultos, padres e hijos.

¿Cómo se consigue una traducción de este nivel y del sueco?

Durante nuestros veinticinco años de existencia, en Dolmen, hemos trabajado con un abanico amplio de traductores, podemos decir que tenemos nuestro propio equipo, pero nunca antes habíamos necesitado traducir del sueco. Así que para este volumen [el premiado] hemos conseguido incorporar a Ivette Maravillas, una traductora muy reconocida y con quien hemos establecido una línea de trabajo, que no quedará solamente en esta traducción puntual. Contar con Ivette ha sido una gran baza, ella aporta un gran valor al resultado final.

El jurado del premio está compuesto por librerías y lectores, con lo que de alguna manera han sido premiados por el propio sector.

Claro, este es el mejor reconocimiento, el de los compañeros de profesión y lectores. Esto ayuda a que la tirada aumente y el libro pueda entrar en los clubes de lectura, cosa que se agradece. Pensemos que el abanico de títulos que se editan en español es amplio. Por tanto, el hecho de ser premiado y por las mismas librerías y seguidores, es doblemente meritorio.

Henrik Tamm es ilustrador y un escritor que ha trabajado como diseñador en películas como Shrek y Narnia. ¿Cómo se consiguen los derechos de un autor de tanto prestigio internacional?

Pues primero visitando las ferias y congresos internacionales. Para llegar a esta publicación estuvimos dos años explorando el mercado hasta que al final compramos los derechos de toda la serie, un total de cinco títulos, en la Feria de Fráncfort. Por tanto, estamos ante un proyecto que tendrá un largo recorrido y que nos llevará años de trabajo.

La serie sobre Ninja Timmy ha sido traducida a 11 idiomas.

Así es. Y no descarto que sea llevada al cine por lo imaginativa, amena y bien ilustrada que está.

Ninja Timmy y las sonrisas robadas de alguna manera pretende que los jóvenes lectores viajen a nuevos mundos en los que desarrollar su imaginación y mejorar su aprendizaje vital. ¿Cree que lo consigue?

Realmente sí. La historia te lleva a otros mundos, consigue que empatices con la diversidad de personajes. Debes resolver enigmas, ponerte del lado de los buenos o de los malos, acostumbrarte a la convivencia entre antropomorfos y humanos. El libro tiene un trasfondo: ayuda a ser más respetuoso con los que no son como nosotros.

¿Cómo ha cambiado la lectura juvenil desde los libros de aventuras de Los cinco de Enid Blyton y Pipi Calzaslargas a los de Ninja Timmy?

Los niños, hoy, son reacios a encontrar mucho texto en los libros. Piden ilustraciones e interacciones. Para que se metan en una historia es necesario engancharles con elementos algo externos como los juegos y los dibujos. Intentamos acercarnos a ellos con contenidos de fácil acceso y que lleven una carga de valores humanos.

¿Quién o qué pone la franja de edad a la hora de catalogar un libro ilustrado?

En este caso concreto de las aventuras de Ninja Timmy hemos seguido las recomendaciones dadas por la propia editorial sueca, aunque un poco adaptadas, ya que el nivel de lectura en Suecia no es el mismo que aquí, con lo cual los lectores deberán hacer un pequeño esfuerzo, buscando palabras o expresiones que pueden ser extrañas para ellos.

Un joven lector de esos libros, ¿será gran lector al convertirse en adulto?

Creo que los que leen esos libros seguirán leyendo en el futuro, pues son libros con contenido. Hablamos de gran literatura, así que el público que disfruta con esas propuestas, sí será lector más adelante.

¿Libro ilustrado es equivalente a cómic?

No es lo mismo, en el libro ilustrado predomina el texto sobre el dibujo y en el cómic es al revés.

En ese campo de la literatura ilustrada, ¿cómo situamos al libro digital?

Es un tema controvertido, pues al incluir imágenes y color aumenta el peso, no físico, sino digital, del producto. De todas maneras, estamos en ello y poco a poco vamos ampliando el catálogo digital. La pandemia ha acelerado el proceso de adaptación a nuevas ediciones en este formato.

¿Con qué proyectos está ahora trabajando?

Precisamente hoy mismo nos acaba de llegar la primera tirada de Gatlántida, de Anna Starobinets, una de las autoras más premiadas de la literatura de ciencia ficción. ¡Ah! Y la portada es de Tomeu Morey.

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