«Todavía nos quedan muchos aspectos de las Germanies por descubrir», como por ejemplo «poner en valor el papel que las mujeres jugaron, porque también salieron a la calle», además de «empezar a romper mitos», como que quienes se sublevaron contra las clases privilegiadas eran «unas bestias ignorantes, según los definía Josep Maria Quadrado» y tal como recordó ayer Margalida Bernat, licenciada en Historia y una de los cuatro participantes en el coloquio sobre los 500 años de la revuelta popular en la isla. Fue la primera charla del Foro Bellver en el Club Diario de Mallorca, un nuevo espacio mensual en el que se hablará de temas relacionados con la cultura, las humanidades, el patrimonio y la historia.

El experto en las Germanies Tomeu Mestre destacó que la conmemoración del aniversario el pasado domingo, 7 de febrero, fecha en la que en 1521 se inició la revuelta popular en Cort, «fue posible gracias a la movilización ciudadana, el compromiso ético y la información». Se congratuló de que todos los municipios de Mallorca hubiesen participado en la lectura del manifiesto y afirmó que las personas mayores de 50 años que desconocen este hecho histórico «no deben pedir perdón por su ignorancia, sino responsabilidad, porque la escuela lo que hizo fue adoctrinar».

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Foro Bellver | «Todavía queda mucho por descubrir sobre la revuelta de les Germanies» Guillem Bosch

Sin embargo, pese al intento por parte del poder establecido de ocultar lo que ocurrió, de «borrar la memoria», tal como afirmaron cuando derribaron la vivienda de Joanot Colom, «han fracasado porque estamos aquí recordando las Germanies», en palabras del miembro de la comisión dedicada a organizar la efeméride. La historiadora Maria Magdalena Perelló destacó que la revuelta se produjo en el siglo XVI pero las problemáticas con ese trasfondo social iban acumulándose desde los siglos XIV y XV. Los conflictos de banderías, las malas cosechas y «el anhelo de cambio porque no podían más» se unieron a que «numerosos mallorquines aprendieron en la defensa de Bugía cómo funcionaba la estructura militar y a usar armas de fuego», un caldo de cultivo perfecto para el levantamiento.

"El intento de borrar la memoria ha fracasado porque estamos aquí recordando lo ocurrido", en palabras de Mestre

Por su parte, Josep Lluís Pol dio el toque literario al coloquio y combinó en un relato los hechos históricos con una narración en primera persona de sus vivencias en aquella época como hijo de menestral que quiere estudiar y aspirar a una vida mejor. Pero al no lograrlo, se suma a la revuelta popular y acaba arengando «Pac qui deu! Mori el mal govern!», la frase de los agermanats, lo que provocó los aplausos del público en el Club Diario de Mallorca.

«El hambre, la peste y la crisis económica y comercial pesaban en la sociedad estamental, dividida entre privilegiados y no privilegiados», recordó Bernat. Como los primeros seguían apretando con impuestos a los demás, el empobrecimiento llegó a aumentar el 50% y «el desencadenante tenía que producirse sí o sí», resumió sobre las Germanies.