Garrido les preguntó: «¿Por qué no volvemos a hacer algo loco, como Rock&Press?» «Venga, va», respondieron. «¿Y dónde?» «A lo grande, en la Sala Gran del Teatre Principal», bromearon. Aunque lo propusieron y les dijeron que sí. Allí estará el grupo mallorquín diez años después de su separación en 2011 con el innovador formato de teatro-rock que están preparando para presentar El último ensayo. Será el 3 de julio y ya han realizado la primera prueba. En el montaje participarán los actores Salvador Oliva, José Torresma y Clara Ingold con sketches que combinarán con los intentos de la banda de volver a tocar las canciones de los discos que publicaron entre 2005 y 2011 (Cemento, Korrupción y Krisis). Y habrá crítica, consustancial al rock, «porque el rock es eso, caña. Si no la tiene, no es rock», afirma Carlos Garrido.

«De forma divertida, irónica y ágil», en esta ocasión los dardos no irán dirigidos a los políticos, como hace más de una década, sino que «la crítica se centrará en el estado del periodismo. Es una reflexión sobre la prensa actual, un canto del cisne en El último ensayo de Rock&Press», señala el portavoz, que conforma el grupo con Gabi Rodas, Miquel Massutí, Carlos Grauches, Pere Bestard, Joan Frau y Mané Capilla. «Pese a que hay medios dignos en prensa, que cumplen su fin –añade Garrido–, en líneas generales está lastrada por la precariedad. Es como el tren de los hermanos Marx, que gritan «¡más madera!» y la cogen del vagón mientras van destruyéndolo».

Lo que más «entristece» al periodista y escritor es que «no le importa a nadie, no hay ninguna reacción social que exija rigurosidad y mejoras que solo se pueden lograr con una situación laboral como Dios manda, una buena formación y un criterio, a lo que hay que añadir que la profesión es totalmente acrítica consigo misma, pero no con el resto», concluye el impulsor del nuevo espectáculo del grupo de rock, que volverá a meter el dedo en la llaga con música y humor.