El interés de Laura Jurado por la temática gitana se despertó cuando trabajaba en El Mundo Baleares y empezaron a vislumbrarse los planes de desalojo de Son Banya. «Me di cuenta de que sólo se hablaba de droga pero nunca de la parte social». La chispa a su investigación la encendió una visita a una exposición fotográfica en la Virreina de Barcelona. «Allí vi otros ejemplos de poblados de gitanos de España y de Europa, y descubrí que Son Banya estaba en una corriente de creación de poblados que se produjo en los años sesenta», cuenta la periodista mallorquina. «Existe incluso una conexión con los campos de concentración nazis sólo para gitanos, como el de Marzahn», apunta.
Jurado encontró un gran «vacío» en la historiografía sobre los gitanos de Balears. «El único libro que encontré es Notes sobre gitanos i estrangers del historiador Ramon Rosselló», detalla. Luego navegó por archivos sobre un tema que prácticamente era inédito y del que encontró escasas referencias. «La hemeroteca de Diario de Mallorca y La Almudaina me fue de gran utilidad: encontré mucho material del XIX y del XX», señala.
De su investigación, premiada con seis mil euros, surgirá un libro y posteriormente un documental. La publicación abarcará un periodo muy extenso, desde finales del siglo XVI hasta la creación de Son Banya. «Las primeras noticias de la presencia de gitanos en la isla son de 1596. La fuente es la Inquisición, que procesó a varias gitanas por sospecha de herejía. Otras fuentes muy antiguas son las donaciones a la Virgen de Lluc», explica. Jurado apunta un dato que arrancó con una pragmática de los Reyes Católicos y se prolongó mucho después: «En el XIX y el XX hubo expulsiones continuas de gitanos en Balears que incluso eran pagadas por las navieras».
