En estos momentos, el Museu Marítim de Mallorca cuenta con unos fondos de más de mil piezas. Así lo confirma a este diario el especialista en patrimonio marítimo Manolo Gómez. De todo este inventario, se expondrán en Ses Voltes unas 80 piezas con las que se apuntalará el discurso expositivo del museo.
Para entender de dónde proviene esta colección, hay que referirse a los fondos del antiguo Museo Marítimo de Baleares, los cuales no están completos a día de hoy.
Los fondos del museo se nutren de diversas cesiones y donaciones, como la de Manel Domènech
«En una memoria del museo del año 51 que se encontró en el rastro de Madrid consta que había 285 piezas», explica Gómez. Posteriormente, en un catálogo del año 63, se certifica que de las 285 había 178 en exposición. «Entre 1974 y 1976, se cerró definitivamente el museo y el 30 de abril del 76 se hizo un inventario donde se concluye que había 84 piezas», comenta. «En el 78, se hizo una entrega y Javier Pastor de la Associació d’Amics del Museu Marítim hizo otro inventario en el que se localizan 125 piezas. En el año 80, se localizaron dos más, por lo que la lista engrosó hasta las 127», señala. «Curiosamente, en el 87, en el acto de entrega de estos fondos a la comunidad autónoma de Balears, en el inventario figuran únicamente 63 piezas, que fueron a depositarse en el Museu de Mallorca», relata Gómez. «Yo cogí el acta de 1980 y el inventario de 1987 y me fui al Museu de Mallorca, donde localicé 54», explica. Rastreando, Gómez localizó algunas más de aquel inventario: dos en el Museo de la Mar de Sóller, cuatro en el Museo Militar de Sant Carles, nueve en el Consolat de Mar y una pieza en el Museo de Historia de La Habana, la silla de Maceo. «Nos quedan 54 piezas por localizar. Será difícil pero no perdemos la esperanza: o las encontramos o vendrán a nosotros. Yo pienso que cuando esté el museo abierto quizá quien las tenga las donará. Es posible que regresen», comenta esperanzado.
A las 69 piezas propias, Gómez suma otras que provienen de otras colecciones. «La Cámara de Comercio tiene algunas. Después tenemos también dos donaciones importantes de dos mestres d’aixa: una de Guillem Amengual del Molinar, que nos cedió sus maquetas, que son 44 piezas y 12 se expondrán en la exposición permanente. Otra donación fue la de Antoni Munar Colom, que ha cedido todas las herramientas de su taller de mestre d’aixa», explica.
También son destacables algunos objetos que provienen del Museu de Manacor. «Nos prestarán alguno seguramente». Y es muy importante resaltar el inventario de los exvotos de Santa Magdalena. «Hay 25 en toda Mallorca», apunta Gómez.
Otra donación importante es la de la Associació d’Amics del Museu Marítim, «que hemos luchado durante 40 años para la creación del museo». La cesión es la de la colección completa de embarcaciones que está en las Coves de Bellver. Muy destacable es también la aportación de la colección de Manel Domènech, con piezas como «unos grilletes de los esclavos que pasaron por la isla, cerámicas de las Indias y publicaciones muy interesantes», concluye.
