Una veintena de socios de la asociación de escritores PEN Català ha iniciado un proceso para darse de baja de la entidad en desacuerdo con la junta directiva actual, a raíz de la demanda interpuesta a la expresidenta Carme Arenas.

Los firmantes de esta baja colectiva, entre los que figuran Maria Barbal, Narcís Comadira, Feliu Formosa, Toni Sala, Josep Maria Terricabras y la expresidenta Dolors Oller, han mostrado en una carta su «rechazo a la actuación de algunos miembros de la junta».

«Acusaciones graves nunca demostradas, insinuaciones no demostradas, medias verdades, interpretaciones interesadas, escenificación victimista, espectáculo público en diarios y medios audiovisuales, manipulación de asambleas y silenciamiento de voces discordantes. Todo lo contrario a lo que representa y defiende el PEN en todo el mundo», han criticado los firmantes.

Por otra parte, la actual junta del PEN contestó ayer en un comunicado a la anterior carta asegurando que siempre llevaron con discreción y de forma interna «las malas prácticas que se habían detectado nada más entrar el nuevo equipo al frente de la entidad». «Lamentamos la salida de los socios de nuestra entidad que han presentado su baja, pero nuestra obligación es defender los intereses de la entidad y garantizar un uso adecuado de los fondos públicos», señalaron desde el organismo, al que también hay asociados autores mallorquines y cuyo vicepresidente en Balears es Miquel Àngel Llauger.