Las nuevas medidas impuestas por el Govern y el lastre de meses y más meses de crisis económica han dibujado un mapa cultural y de ocio de excepción en Mallorca. El Auditorium, Cinesa Festival Park, Es Gremi y los teatros municipales de Palma se ven obligados a suspender su programación temporalmente; el Teatre del Mar decidirá su futuro hoy martes; y resisten, entre otros, Trui Teatre, el Sans, el Teatre Principal y CaixaForum.

Al igual que Es Gremi, que el pasado viernes anunció su cierre temporal, el Auditorium de Palma también echa la barrera. «Nos vamos al ERTE, cerramos hasta que la situación mejore y la vacunación avance. Porque reducir el aforo de las salas al 30% en estos momentos es en realidad un cierre total encubierto para un espacio como el nuestro», señala el responsable del espacio, Marc Ferragut, que tenía en su programación un concierto de Sant Sebastià, el de Nathy Peluso.

Por su parte, el Teatre Principal, al igual que el de Manacor, mantendrá las puertas abiertas mientras la normativa les permita mantener la actividad. «Con la suspensión de Sant Sebastià, la actividad durante los siguientes 15 días se reduce bastante», explica el director de la sala Josep R. Cerdà. «Haremos algún cambio para evitar programar en la Sala Petita, ya que la grande permite más distancia de seguridad». «Si cerrásemos sin estar obligados a hacerlo, los perjudicados serían los artistas que no podrían trabajar, por eso seguiremos en funcionamiento», señala. Asimismo, todos los espectáculos del Principal podrán verse en streaming y se devolverá el importe de las entradas a todo el mundo que lo solicite.

El Mar i Terra, el Xesc Forteza y el Catalina Valls echan el cierre temporal. «Como consecuencia de la crisis sanitaria ocasionada por la Covid y de acuerdo con las medidas adoptadas por el Govern y este ayuntamiento, queda suspendida toda la programación hasta nueva orden», se informa desde Cort.

«Estoy KO (noqueado)», confiesa Miki Jaume, de Trui, teatro que aplaza los espectáculos de Berto Romero y Albert Pla, ambos previstos para este mes de enero. «Ya veremos qué hacemos con el mes de febrero», suspira el responsable de esta sala, cansado de las restricciones y la incertidumbre que pesa sobre el sector cultural. La sala del Camí de son Rapinya mantiene en cartelera todos los conciertos de la Simfònica.

«Cada dos días tenemos nuevas medidas y restricciones, así que hay que estar todo el tiempo repasando. En cualquier caso, la gente está agradeciendo los actos que programamos, hay una necesidad de ocio, de evadirse», señala la directora de CaixaForum Palma, centro que mantiene sus actividades con público, como la que tiene programada para este fin de semana, Papirus (sábado, a las 11.30 y 18 horas), «un espectáculo dedicado a todos aquellos que sueñan».

El Sans también resiste, y no solo eso, sino que está de estreno. Estudi Zero presenta, del 15 al 17 de enero, nueva obra, L’Schmurz, de Boris Vian. «Somos unos kamikazes y mientras no nos cierren, seguiremos», señala Pere M. Mestre.

También aguantan en Ocimax. «Seguimos abiertos con las mismas sesiones, haremos un esfuerzo para que nuestro público no se quede sin poder ir al cine», afirma Juan Salas.

El Teatre del Mar, por su parte, decidirá hoy martes si continúa abierto o suspende su programación regular. Lo que es seguro es que mantendrá sus residencias artísticas. «Lo que afecta a taquilla se estudiará, pero no descartamos cerrar un tiempo», advertía ayer Carles Molinet.