2021 va a ser un gran año para el dibujante mallorquín Francesc Grimalt, quien cada vez se va haciendo un hueco mayor en la órbita del cómic francés. En otoño, en la época de los festivales sobre la historieta galos y si la covid permite su celebración, lanzará en Editions Mosquito un trabajo muy ambicioso, El caballero del crepúsculo. Su definición no es la de un cómic al uso, pues Grimalt tampoco es el típico dibujante de viñetas. «Es una suerte de western galáctico con estética victoriana», precisa. «Es un cómic de ciencia ficción que llevaba muchos años queriendo hacer. Pero no es futurista. Ésta no es una estética que me entusiasme especialmente», confiesa. Es por ello que echa mano de lo que hizo David Lynch en Dune, un trabajo fílmico que le «fascina». «Me encanta cómo mezcla esos viajes espaciales con ese misticismo y estética que parecía que estabas en una película de Luchino Visconti», reconoce.
En este libro, el dibujante ha vuelto a colaborar con su sobrino, Francesc Grimalt III, autor de los guiones. Repiten como tándem que ya funcionó en Noches de oscuras revelaciones, editado en 2019 por Apache Libros. «Mi sobrino conoce muy bien, seguro que mejor que yo, el mundo de la ciencia ficción, el trabajo de Frank Herbert y de otros autores», comenta.
Grimalt ya tiene sobre la mesa las primeras muestras de color de un álbum al que le quedan pocas páginas por rematar. «Aún me falta todo el color, la portada y otros detalles». «Tiene mucho del mundo de Moebius», avanza.
El ilustrador confiesa que se siente un «intruso» en el cómic, «nunca me gustaron los superhéroes y creo que aporto otros referentes y narrativas», considera. «Mis composiciones son más bizantinas que las de dibujantes formados en el cómic puro».
El caballero del crepúsculo (título provisional) tenía que estar listo para el pasado Festival de Angoulême, pero cuando empezó la pandemia el mallorquín pidió una prórroga de un año para finiquitarlo. «Este libro me está suponiendo muchísimo trabajo, pero me lo he pasado muy bien. Para las escenas de lucha, que me parecen complejísimas por su narrativa, llegué a hacer figuras de plastilina o fotos de mí mismo en posición de guerra», relata entre risas.
Otro de sus proyectos verá también la luz este año. Santillana lanzará Polvo, un texto del escritor mexicano Toño Malpica al que le ha puesto las ilustraciones. «Es una distopía pero postapocalíptica», un género que Grimalt prefiere no prácticar demasiado en tiempos tan oscuros como los actuales.
Por último, la revista Cavall Fort también le publicará el relato visual Volátil.
