La rehabilitación del edificio de Son Boter y la recuperación de los grafitos que Miró pintó en su interior está un poco más cerca de ser una realidad. La Fundació Miró Mallorca acaba de desencallar la restauración del conjunto con la publicación del concurso de los estudios previos y la redacción del proyecto integral de reforma de la possessió mallorquina del XVIII, que también incluiría una propuesta para la conservación de los grafitos mironianos, inventariados por la historiadora y conservadora Elvira González en 2017, quien realizó un estudio histórico de los mismos un año después. «Ésta fue una primera fase necesaria para la rehabilitación del edificio y la conservación de los grafitos que sin duda será de gran ayuda para el equipo multidisciplinar que redacte el proyecto», explicó el director de la Fundació Francisco Copado.

Según la licitación, publicada en la plataforma de contratación del Estado, la empresa y/o grupo multidisciplinar que gane el concurso (el plazo para presentarse expira el 1 de febrero), con una dotación de 102.952,80 euros (IVA incluido) con cargo al presupuesto de 2021 del museo, deberá llevar a cabo la redacción del proyecto integral de restauración, la dirección facultativa completa de la obra y la coordinación de seguridad y salud en fase de ejecución del edificio de Son Boter. Para la redacción del proyecto de rehabilitación, el ganador dispondrá de un plazo de seis meses a partir de la fecha de encargo.

Posteriormente, deberán licitarse las obras con una dotación económica estimada de 406.000 euros y se dispondrá de un plazo de un año para realizarlas una vez se adjudique este segundo concurso.

Sala con obra, objetos y grafitos de Miró en los muros.

En este punto, Copado señaló que habría dos vías de financiación. Por un lado, «están los fondos propios de la Fundació y del área de Cultura de Cort», comenta. «Por otra parte, podrían contemplarse también los fondos europeos FEDER», detalla. Esta segunda fase de la rehabilitación, es decir, la ejecución en sí de las obras, está prevista para 2022.

Son Boter, el segundo estudio de Miró en Palma, está herido por el paso del tiempo y se ha sometido a diversas intervenciones a lo largo de la historia. A raíz de un informe del Consell de Mallorca de 2014 y dado que el edificio es BIC, Patrimonio únicamente autoriza una intervención integral del espacio. «Hacia 2012 ó 2013 se presentó un proyecto de intervención en los grafitos y el Consell lo detuvo porque los técnicos consideraron que no podía ejecutarse trabajo alguno sobre los dibujos sin solucionar antes los problemas que arrastra el edificio», explica el director.

Las deficiencias que actualmente presenta el inmueble son varias, «algunas de tipo arquitectónico, y humedades». «La planta superior es inaccesible en estos momentos, el suelo está abombado. Muchos son problemas propios de una casa que tiene más de 200 años», apunta Copado. Las humedades representan el gran enemigo de los grafitos. «Provoca su desprendimiento y posterior pérdida. El personal de restauración de la Fundació va monitorizando la humedad y controlándola al máxima para detener su deterioro».

Por otra parte, la licitación de las obras de rehabilitación del edificio Moneo del museo de Cala Major está a punto de resolverse. «La intención es que arranquen a lo largo del primer trimestre del año próximo», concluye Copado.