La Associació de Crítics i Comissaris de les Illes Balears ha solicitado al alcalde Palma y al concejal de Cultura que se abra una investigación con el fin de aclarar los hechos acontecidos en torno a la dimisión de Susy Gómez como jurado del Premi Ciutat de Palma d’Arts Visuals y la polémica exclusión de la artista Alcia Framis de la exposición de finalistas. «Pedimos también restituir, si corresponde, los derechos de Framis y el prestigio que merece el galardón más emblemático de nuestra comunidad en materia artística», recoge el comunicado enviado por la asociación.

El presidente de la entidad, Fernando Gómez de la Cuesta, explicó ayer que de momento la asociación no va a pedir la paralización del proceso. «Queremos esperar a que el Ayuntamiento mueva ficha respecto a nuestra petición de información», señaló. «Queremos información de primera mano por parte de Cort, porque vamos sabiendo de la situación por los medios, pero no hay comunicados ni pronunciamientos oficiales ni nada por el estilo», lamenta el comisario. «Produce tristeza lo que ocurre con este premio, una situación recurrente. Recordemos que en 2017 hubo una fuga masiva de artistas de la exposición finalista como protesta a un artículo de Gaspar Sabater en el que «ridiculizaba» las piezas, según los artistas, y su posterior publicación en las redes sociales por parte del regidor en aquel momento, Llorenç Carrió. Y el año pasado el premio registró la participación más baja de la historia, algo muy curioso teniendo en cuenta que Cort cuenta con una dirección general de Promoción y Difusión cultural. Está claro que aquello fue por una descoordinación interna de la regiduría», relata. «Este año, se ha vuelto a dar un nuevo desaguisado. Parece que es algo estructural».

«Las desavenencias o diferencias de pareceres dentro del seno del jurado no deben desviar la atención de que la organización de un premio, que debería ser el más importante de nuestra ciudad en materia de arte contemporáneo, no pasa sólo por revisar unas bases, sino que es el Ayuntamiento el que debe llevar a cabo el seguimiento y la coordinación del certamen», señala. «Eso pasa por habilitar los espacios de debate adecuados, contratar las plataformas adecuadas, algo que es responsabilidad de las personas que tienen el código de dominio», apunta. «En la gestión del premio hay una serie de protocolos de actuación que no tienen por qué estar en las bases y que son responsabilidad de la institución. Yo pienso que han fallado esos mecanismos claramente», opina. «Por ejemplo, el Ayuntamiento debería haber sabido cómo funcionaba la plataforma, qué iba a baremar exactamente y si al jurado le iba bien esa baremación que ofrecía la plataforma o si la plataforma podía aplicar los criterios que precisaba el jurado. Pero eso se hace antes», indica.

Para Gómez de la Cuesta otro de los puntos criticables en todo el proceso del premio es el del «mantra de la participación en las bases». «Se apela a una participación que es falsa y precaria. Se nos manda un borrador de las bases sin que nos den los medios para reunirnos como toca, sin ningún tipo de remuneración. Luego no se nos pasan las actas cuando tiene lugar alguna reunión ni tampoco el último borrador de las mismas para ratificarlas», indica. «Hay que dotar de fondos esa participación y articularla con el tiempo suficiente», agrega.

Por su parte, la artista Mercedes Prieto da su opinión a título personal y no como presidenta de la Associació d’Artistes Visuals «porque hay diversidad de opiniones y no hay consenso en la asociación para hacer un comunicado común». «Yo pienso que el proceso se debería haber detenido hace días, desde que Susy Gómez hace pública su dimisión, y el Ayuntamiento tendría que haber dado explicaciones inmediatamente». Hay que recordar que Gómez comunicó su dimisión el 3 de diciembre y Cort no lo hizo público. «Las acusaciones de Gómez son lo suficientemente graves para que el Ayuntamiento tuviera que tomar cartas en el asunto. Se tendría que haber parado el proceso a tiempo para que nadie saliera perjudicado», señala. Además, «ha dejado un jurado cojo, con cuatro miembros, «¿no se pensó en nombrar un suplente?». «Ahora se ha llegado demasiado lejos: los finalistas están publicados, han excluido a una artista. Ahora todas las soluciones son malas. ¿Anulas el proceso? También mal porque para los diez finalistas es doloroso». «Pienso que sí se ha de abrir un proceso de investigación, hacer un informe detallado, señalar errores y pedir disculpas e incluso, si es necesario, anular el premio y revocar el proceso».

Noguera

Para el concejal de Cultura Antoni Noguera, el proceso de selección de los diez finalistas para el Premi Ciutat de Palma d’Arts Visuals ha sido garantista e independiente, «en el que se han aplicado criterios profesionales». «Se trata de un jurado que ha sido elegido por el sector, en concreto por los miembros del Consell municipal de la Cultura [con quien se reunió ayer la regiduría para presentar el nuevo organigrama], del que forman parte asociaciones culturales». «El proceso está legitimado por los criterios profesionales e independientes que se han aplicado. No le haríamos un favor a las buenas prácticas si cada vez que hay un concurso de estas características, con estos criterios profesionales e independientes, lo ponemos en duda porque esto podría crear precedentes», señala. «Pensemos que es un concurso en el que han participado más de 500 artistas y no todo el mundo estará de acuerdo con el veredicto», agrega. «Hemos de respetar el dictamen del jurado porque es inapelable, según las bases», abunda. Noguera considera que «no hay nada que investigar, porque todo se ha hecho según criterios profesionales e independientes».

Fuentes cercanas al jurado señalaron ayer a este periódico que del listado de los diez artistas más votados arrojado por la plataforma Mundoarti, «sólo se expulsó a Framis. Había un empate entre dos o tres artistas en los puestos finales, y el jurado deliberó para desempatar. Es decir, hay nueve artistas que ahora son finalistas que salen de la lista de Mundoarti. Sólo se ha excluido de esa lista a Framis. Incluso alguien del jurado indicó que después de asesorarse le habían indicado que quedaría mal seleccionarla para la exposición y no darle el premio después». Framis pidió una revisión a Cort, a quien solicitó las puntuaciones. «Sólo le enviaron la suya, no tenía con qué cotejar». Y el jurado «le mandó una carta la semana pasada donde le decían que se había valorado a artistas más jóvenes».

Por otra parte, Susy Gómez no firmó ninguna de las actas del jurado, de donde han salido los finalistas, y tampoco su renuncia formal. «Se ha hecho todo de manera correcta», defendió ayer la directora general de Artes Visuales Aina Bauzà. «Muchas veces renuncian miembros del jurado y no pasa nada, se sigue adelante».