El sector de la cultura en Baleares realizó ayer una representación de su funeral en el Trui Teatre de Palma para denunciar el abandono por parte de las instituciones. Colocaron una de las cajas que usan en su trabajo a modo de ataúd y colocaron sus herramientas de trabajo alrededor del escenario.

Las empresas del sector tienen previsto iniciar unas negociaciones con la Administración con el fin de encontrar una solución

Aitor Jimeno, coordinador de MUTE Ibérica, explicó que decidieron hacer este acto como continuación a la concentración de la Plaça Major el pasado 17 de septiembre: «Ese día presentamos 14 medidas urgentes que se debían tomar para tratar de salvar al sector y, hasta el momento, solo se ha aceptado una: considerar la cultura como bien esencial». Entre las peticiones, destacan la reanudación inmediata de la agenda cultural, la prórroga de las ayudas o exenciones concretas de impuestos. Jimeno confiesa que ahora mismo no hay sector porque el movimiento no llega ni a 5 por ciento de los eventos que estaban planeados: «Gran parte de los asalariados están en ERTE y algunos han sido despedidos». Argumenta que el colectivo de los autónomos ha sido el más perjudicado porque no tienen ningún tipo de ayuda.

Confiesa que no han notado cambios significativos con las nuevas restricciones impuestas por el Govern porque no estaban trabajando antes del anuncio: «Tenemos previsto convocar reuniones con las instituciones, pero todo dependerá de su voluntad de llevar a cabo un acercamiento con el sector». El acto (convocado por Alerta Roja), dice, tenía la finalidad de llamar su atención y tratar de buscar una solución cuanto antes.