El escultor mallorquín Rafael Cifre falleció ayer a los 68 años tras padecer una larga enfermedad de más de dos años. Cifre ha sido una persona muy vinculada al proyecto Ciutadà Espai de Cultura, situado en Marratxí.

El artista era también una persona muy reconocida dentro del mundo de los Servicios Sociales por su lucha infatigable en la defensa de los derechos humanos y el feminismo.

Los últimos años de su vida se dedicó a su pasión, las esculturas de raíces de acebuche, con las que pudo participar en varias exposiciones en la isla.