La iglesia de Algaida presentó ayer unas nuevas vidrieras dedicadas a la figura del Beato Ramon Llull, que han contado con una inversión del Consell de Mallorca de 99.978 euros provenientes del 1 por ciento cultural.

La vicepresidenta del Consell y consellera de Cultura, Patrimonio y Política Lingüística, Bel Busquets, visitó ayer la parroquia y declaró que estas vidrieras «hacen lucir más el templo y revalorizan el patrimonio». El proyecto ha sido posible gracias a la Comisión Mixta del Consell y el Obispado de Mallorca. Busquets reiteró su predisposición a seguir colaborando con ayuntamientos, Obispado y diferentes administraciones «para la recuperación, protección y difusión del patrimonio».

El proyecto se gestó en 2016 con motivo del Any Ramon Llull, en que se conmemoró el 700 aniversario de la muerte del beato. La obra es de Nils Burwitz -artista residente en Valldemossa que ya cuenta con otros dos vitrales y el rosetón en el mismo templo- y se ha elaborado en un taller de Alemania. Para poder instalar los vitrales se han tenido que abrir los muros que ocupaban los ventanales.

Las vidrieras son obra de Nils Burwitz.

El autor ha explicado la simbología de la imagen y ha entregado algunos fragmentos de las pruebas y bocetos preparatorios a los colaboradores. La vidriera reproduce una de las ilustraciones del Breviculum, que se conserva en la biblioteca de Kalsruhe (Alemania) y que fue elaborado por los monjes cartujos de París en el siglo XV.

Por otra parte, la vicepresidenta y la directora insular de Patrimonio, Kika Coll, también se desplazaron a la cueva de Ramon Llull en Randa, donde la brigada de Patrimonio del Consell ha finalizado las tareas de adecuación y conservación para que se pueda visitar con seguridad. En particular, se han llevado a cabo tareas de limpieza y desbroce, se han arreglado las paredes que la rodean, se han cambiado las rejas y se han arreglado la barrera y los cierres.