Con el mismo pasacalles que sirvió para presentarla en sociedad durante las Festes de la Mare de Déu d’Agost de 1980, desde la iglesia a la Plaça de Sa Creu, y un pequeño concierto al aire libre en la Plaça Can Pere Ignasi, la Banda Municipal de Campos celebrará este domingo su 40 aniversario, a partir de las 10.45 horas.

Heredera de las agrupaciones La Camponense, de Can Silvela o de Can n’Alou, Sa Recreativa, la Banda de Can Pou, la Banda La Joventud, la Banda des Centro o Cas Sant, la Banda del Batallón o la Música des sac, unos jóvenes que cuando iban a tocar a fora de la vila con bicicleta se llevaban los instrumentos dentro de un saco, la Banda Municipal de Música de Campos «sigue siendo el orgullo de todo un pueblo», defiende su actual director, Joan Laínez.

Por culpa de la covid el concierto del 40 aniversario no se ha podido preparar como se esperaba, y tampoco se ha realizado el «rodaje» que se había programado. «Solo hemos podido ofrecer tres conciertos en lo que va de año, el último, en sa Ràpita, el pasado mes de julio», señala Laínez. «Hay gente que tiene miedo y no asiste a los ensayos, pero no hemos tenido ni un contagio entre nosotros y nadie ha tenido que pasar la cuarentena. Siempre cumplimos con la normativa sanitaria y nos dividimos en grupos de quince para los ensayos», añade.

Joan Laínez, actual batuta, dirigiendo a la banda.

Laínez, que agradece el «apoyo» que siempre les ha brindado el ayuntamiento, tomó hace tres años el testigo de la dirección, cargo que a lo largo de la historia desempeñaron Bartomeu Artigues, Ferran Vaquer, Bernat Xavier Xamena, Maria Puigserver y Pep Escalas. «Para mí, que siempre había estado al frente de formaciones vocales, ha sido un reto», confiesa el director, quien destaca «la unión entre los músicos» y el «alto nivel» de algunos instrumentistas de la plantilla actual, integrada por 28 personas.

Entre los veteranos, dos nombres, los de Maria Lladó y Guillem Noguera. La primera se ha tomado un «paréntesis», al igual que sus dos hijas, Caterina y Maria, pero no piensa colgar su saxofón. «Entré en la banda con 9 años. Echo en falta más gente joven entre nosotros, pero los chicos de ahora prefieren más el deporte», lamenta. Noguera, por su parte, estuvo en los inicios (de aquella época aplaude la labor de Sebastià Roig i Montserrat, el impulsor, el «motor» de la banda) y tras 22 años de ausencia decidió reincorporarse a la formación en 2005, primero con la flauta y luego con el saxo. «No entiendo mi vida sin la Banda de Música de Campos», asegura.