Ocho meses después de lo previsto, la Associació de Teatres i Auditoris Públics de les Illes Balears (ATAPIB) entregó anoche en el Teatre de Lloseta sus premios a las artes escénicas, unos premios que saben a gloria porque son sinónimo de que el mundo cultural se está reactivando tras el parón impuesto por la covid-19. En el transcurso de la gala, el presidente de la entidad, Joan Matamalas recordó que en «este año difícil», teatros y ayuntamientos hacen un «esfuerzo extra para programar funciones», por ello, reclamó «una ayuda extra» a instituciones como el Consell y el Govern para que los teatros públicos puedan programar más, por ejemplo, con la ampliación de la partida destinada al CACIM «sería suficiente para que cada teatro pudiera hacer unos cuantos espectáculos anuales y daríamos más trabajo a los profesionales».

En su intervención, no faltó el mensaje de que «la cultura es segura». No solo es segura, es necesaria y «un elemento clave para evadirse en momentos duros». «Creo que el arte es la respuesta que nos hará más fuertes ante la pandemia, que nos permitirá soñar, superar el desánimo, abrazar la esperanza ante la impotencia del momento que nos ha tocado vivir. El arte nos hará mejores personas», reivindicó Matamalas, un mensaje que también compartieron los premiados.

Y es que en esta XIV edición pospuesta por la pandemia (la gala debía celebrarse el 29 de marzo) Agnès Llobet recibió anoche el galardón a la mejor interpretación femenina por La Malcontenta, una producción que también cosechó el premio a mejor dramaturgia y reconoció el trabajo de Rafa Gallego, Jose Martret y Llobet. «Recibir un premio de estas características te impulsa a continuar sobre todo en unos momentos duros como los que estamos viviendo», reconoció Gallego mientras que Llobet explicó que actos como el de ayer son «una señal de que el camino a seguir es retomar la vida cultural en general. La cultura es un elemento fundamental, es segura y lo intentamos dejar claro retomando las actividades». A través de las redes sociales, Martret agradeció el premio, «un reconocimiento que llega en unos momentos tan complicados por el sector» y lo dedicó «al público» porque « la cultura es un lugar seguro que hay que seguir habitando».

Sebastià Adrover y Salvador Miralles conquistaron el premio a la mejor interpretación masculina por Una flor no fa estiu, un montaje que se representó antes de la entrega de premios. Los dos actores manifestaron su alegría por recibir el galardón porque es sinónimo de que «en cierta manera se están reactivando las cosas».

Impulso

Joan Fullana y Mireis Sans fueron premiados por su dirección en Anatomia de la por. «El premio llega en un buen momento, sobre todo, por si se traduce en un impulso para reactivar la obra. La pandemia paralizó las funciones y quedaron aplazadas para principios de 2021», desgranó Fullana que no dudó en reiterar el mensaje de que «la cultura es necesaria para todos».

La compañía Pasodós se llevó el premio especial por su trayectoria artística. «Cualquier reconocimiento sienta muy bien pero en estos momentos se agradece mucho más. Es la primera vez en 12 años que hemos tenido que cancelar una gira. Ha habido seis meses de parón en el sector y, a pesar de las dificultades, la gente se está moviendo e intentando sacar la cabeza fuera del agua», reconoció Laura Macías.

El mejor espectáculo fue Excàlibur i altres històries d’animals de Hermanas Picohueso con Lluqui Portas y Diego Ingold, que no pudieron asistir a la gala ya que se encontraban en Santander representando el montaje premiado. Miralles recogió el premio en su nombre. La pandemia se ha llevado por delante 25 funciones, 25 funciones menos para «el boca oreja» de los espectadores, por ello, recibir este galardón es motivo de alegría porque el espectador tendrá la garantía de que «puede estar bien», relató Ingold.