Enérgica, un tsunami con alma de blues. Así es Alejandra Burgos (Buenos Aires, 1983), cantante, guitarrista y compositora argentina que descubrió Mallorca en 2008 y decidió instalarse en la isla en 2014. Desde entonces no ha dejado de armar bandas, la más conocida Fyre!, que le permitió codearse con iconos del pop y del rock como Anastacia o Alice Cooper. Actualmente actúa con un grupo hecho a su medida, que lleva su nombre, y con el que estrenó ayer mismo una serie de conciertos benéficos para tiempos pandémicos.
Los Beatles le alumbraron desde el primer momento. Fue su padre, Ariel Burgos, también cantante y guitarrista, forjado en su Argentina natal en bandas tributo a los genios de Liverpool, quien le marcó el camino. «Cuando con cuatro años escuché el When I’m Sixty Four descubrí un mundo apasionante», afirma. A los 20 años ya se había recorrido toda Argentina, guitarra al hombro, pero «la inseguridad de la noche» le llevó a hacer las maletas y probarse en nuevos destinos. Una de sus hermanas vivía en Mallorca, le comentó que «podía ganar dinero tocando por la zona de la Catedral» y sin dudarlo se vino para acá. «Sin equipo, con lo mínimo», arrancó su odisea mallorquina. El primero que le ayudó fue un periodista, Juan Segura. Le llevó al Bluesville, al Jazz Voyeur, al Shamrock, a Es Gremi, y así fue como empezó a conocer gente: al guitarrista Masa, uno de los primeros que le grabó maquetas en la isla; al contrabajista Steve Bergendy; a Diego Ferral; Pep Estrada... Con el tiempo se enroló en Fyre!, el grupo de hard rock con el que recorrió toda Europa, teloneando a figuras mundiales como Anastacia, Alice Cooper, Michael Schenker (UFO), Gloria Gaynor, Robert Cray o Maceo Parker, y llegando a cantar ante 10.000 personas.
«Con Fyre! lo aprendí todo», confiesa en referencia a un grupo en el que coincidió con Tolo Grimalt (guitarra), Lars Ratz (bajo) y Sergi Tomás Vidal (batería). «Aprendí mucho de la voz y cómo manejar la energía, y sobre todo a defender lo tuyo ante gente que iba a ver a la banda siguiente». Su voz y puesta en escena aprobaron con nota ese complejo examen, como demuestra que Anastacia le animara a subir al escenario durante sus actuaciones. «Ahora te verán conmigo», le susurró la estrella de Chicago, «un auténtico amor, y también muy solidaria», apunta Alejandra, quien tampoco olvidará nunca su encuentro con Alice Cooper. «Al principio ni le reconocí, iba sin su peluca y sin maquillar. Me empezó a hablar y él me confundió con su hija. Qué locura. Tengo una foto en la que me agarra del cuello. Muy divertido», resume.
Tras su aventura hard rock sintió la necesidad de regresar a sus raíces, al blues, al rock and roll, de nuevo a los Beatles, y también a Melissa Etherigde, Bonnie Raitt y Beth Hart, sus pilares. «El blues siempre ha estado conmigo, me encanta. Lo llevo un poco en las venas. Me hubiera gustado ser negra. Lo que escribo me sale blusero, con ese sentimiento o de bronca o de tristeza, o de amor, vamos, de blues», subraya. Un lenguaje que está muy presente en Ouf of my blue, su último disco hasta la fecha, trece canciones que son algo así como «un renacer» y que hablan de «intentarlo, de motivación, de positividad», con pinceladas funk y con mucho rock.
En época covid ha decidido tocar menos y componer más. No le queda otra, como parte de un colectivo, el de los músicos, que es de «los más damnificados». Y lo poco que va a tocar lo hará con fines solidarios. Ayer en Sa Societat le acompañaron Víctor Tugores en el bajo, Sergi Tomás Vidal en la batería, Yorick Cheveau y Lucas Hernaiz a las guitarras; y Josep Pou Aguiló al piano, es decir, su banda actual. Como invitados estuvieron Norbert Fimpel al saxo y la violinista Soriana Ivaniv. Y su papá Ariel Burgos, cantando alguna canción argentina, también a la guitarra. «Ojalá se vayan sumando músicos a esta iniciativa solidaria», suspira. La próxima parada benéfica será el 19 de diciembre, en el Shamrock. «Quiero ayudar al que menos tiene. Durante el confinamiento pensé mucho en eso, la cuarentena me hizo reflexionar, y ahí nacieron temas nuevos, como That’s Cruel o Conciencia, nuevas canciones que, una vez rodadas, quiero grabar en mi nuevo disco», adelanta.Puedes ver un vídeo de Alejandra Burgos grabado en este diario en
