La consellera de Presidencia, Cultura e Igualdad, Pilar Costa anunció ayer la puesta en marcha del Observatorio de la Cultura, un instrumento cuya creación está contemplada en el Pla de Cultura. Según destacó Costa, este organismo servirá para monitorizar los hábitos de consumo y las necesidades del sector y se centrará en la recogida, análisis y generación de información: «Sus resultados nos servirán para conocer en profundidad la realidad del sector y poder planificar así acciones basadas en el mayor número de datos objetivos posible». Costa apuntó que el Consell de la Cultura participará en ese proceso. Desde la Conselleria se aclaró que la creación del Observatorio estará liderada por la delegación de Cultura aunque contará con la colaboración del Institut d’Indústries Culturals (ICIB) y del Institut d’Estudis Balearics (IEB).

Está todavía por definir qué indicadores y variables se van a analizar, aunque éstas deberán servir para conocer en profundidad las necesidades del sector y poner en marcha políticas ajustadas a las mismas. Ésta fue la principal novedad que Pilar Costa anunció ayer en el Parlament durante su comparecencia para explicar a qué se van a dedicar los más de 48,5 millones de euros de presupuesto con los que cuenta su conselleria. De estos, más de la mitad, cerca de 25 millones, se destinan al área de Cultura. Los partidos de la oposición aprovecharon el turno de preguntas para criticar el continuismo de las políticas de ese área cuyas partidas tan solo han aumentado un 0,5% respecto al año anterior. Así, Maria Antònia García, del Partido Popular, estimó que la asignación destinada a la reactivación del sector «no es la adecuada a los tiempos que corren para paliar las consecuencias de la crisis sanitaria». García recordó que la asignación de partidas también ha sido cuestionada «negativamente» por el sector. Por su parte, Josep Melià (Proposta per les Illes) incidió en que no se ha presentado ninguna «medida extraordinaria de calado que no estuviera contemplada ya en 2020» para hacer frente a los efectos de la pandemia. En este sentido calificó de propagandística la declaración de la cultura como bien esencial y se preguntó «qué cambio presupuestario había provocado más allá del titular». Melià recordó las «dificultades enormes» por las que pasa el sector y criticó que la conselleria responda a las mismas con «puro continuismo» y no con medidas extraordinarias.