La series españolas están viviendo un momento dulce. Veneno, el éxito rotundo de Atresmedia sobre la vida de Cristina Ortiz ‘La Veneno’, tiene una cara mallorquina reconocible. Se llama Lara Martorell (Palma, 1987) e interpreta a la Fanny, una prostituta transexual «con mucho carácter y fuerza».
P. ¿Qué ha significado Veneno para usted?
R. En mi carrera, la parte profesional va muy ligada a la personal. Por la visibilidad y la posibilidad de interpretar perfiles transexuales en el mundo del cine y la televisión. Espero que sirva como ejemplo a niños y niñas que quizás están perdidas y no saben cómo afrontar esta situación. Y como un grito de esperanza también.
P. ¿Es importante contar historias como la de La Veneno?
R. Esto debería haber sido así siempre. La transexualidad ni es una patología ni nada negativo. Cristina fue un mito porque murió. No se sabe cómo murió, y de hecho ahora se ha reabierto el caso. ¿Una persona tiene que morir para ser dignificada y respetada? Es una pena que alguien tenga que morirse para que le escriban una historia. El morbo alrededor de la muerte es una lástima para la sociedad. A mí me preguntaban cómo la podía apoyar si estaba haciendo daño al colectivo, y yo no lo veía así. Si dejáramos de juzgar y escuchásemos a los demás, nos iría mejor. La Veneno tenía muchas cosas que contar, pero la gente solo veía que era transexual y decía tacos. Nos quedábamos en lo superficial, no en lo que estaba diciendo. La nuestra es una sociedad hipócrita, porque luego los hombres hacían cola para subirse con ella en el coche. No me gustaría que Veneno fuera fruto de una moda.
P. ¿Qué piensa de la nueva Ley Trans?
R. Para mí todo esto llega tarde. Se han vulnerado nuestros derechos y libertades. Aunque mejor que llegue tarde a que no llegue nunca. Me gustaría que llegase el día en que estos temas no fueran noticia. Todos deberíamos tener los mismos derechos y libertades. No deberíamos necesitar una serie de éxito para que las cosas empezaran a cambiar. Solo quiero que se me reconozca como persona, como mujer y como actriz. Y que se nos den oportunidades igual que a las demás.
P. El feminismo transexcluyente se ha posicionado radicalmente en contra de esta ley.
R. Se trata de un colectivo pequeño, hay que tenerlo claro. Son personas envidiosas y con traumas. No es una moda o un vicio. Si decimos que somos y nos sentimos mujeres no entiendo por qué la sociedad tiene que ponernos tantos obstáculos y dificultades. El respaldo de las instituciones es muy importante, y hasta ahora no lo habíamos tenido. No entiendo cómo estas supuestas feministas, que han sufrido y luchado tanto, estén haciendo lo mismo al colectivo trans. Están haciendo lo mismo que les hicieron a ellas.
P. Sus dos últimos proyectos, Pullman y Veneno, tratan temas sociales y han tenido repercusión en la vida real.
R. Sí, los dos han tenido un impacto en la vida real de las personas, y eso es importante. En ambos casos he interpretado a dos prostitutas transexuales, pero no tienen nada que ver entre ellas. Me gusta porque los personajes controvertidos, complicados y complejos siempre son los más ricos. Generan mayores recompensas si los interpretas bien. Por eso yo quiero papeles que me desafíen. Me da igual que me encasillen. No hay nada de malo en ello porque esto puede ayudar a visibilizar y normalizar al colectivo transexual.
P. ¿Cómo vive la futura emisión de la serie en Estados Unidos?
R. Contenta porque se trata de una historia muy bien contada. Lo único que me preocupa es la traducción, porque no sé si van a entender las expresiones y el humor de La Veneno. El tráiler para HBO Max es impresionante. Parece algo de otro mundo. Creo que tendrá una acogida enorme.
P. Hemos visto ficciones como Pose o Euphoria que han servido para visibilizar a jóvenes transexuales.
R. Estos referentes son muy necesarios, cada vez más. Pero no hay que caer solo en los referentes bellos. No queremos que den papeles solo a las mujeres altas, delgadas y blancas. Se deben visibilizar todo tipo de mujeres. Hay que romper con los estereotipos y hay que dar papeles a las que hasta ahora no han tenido voz para que las que son como ellas se vean reflejadas.
