Considerado uno de los grandes valores de la "nueva ola del hip hop español", aunque lo suyo hoy por hoy sea "más pop" que otra cosa, Rels B vuelve a disfrutar de la música y anuncia el inminente lanzamiento de un nuevo LP, a punto de recuperar la independencia de la que siempre había hecho gala.

 "Así ha sido el 70 por ciento de mi carrera y volveré a ello. Estar en una multinacional es una puta mierda. Se le pierde un poco el amor a la música cuando todo se convierte en estrategia", sentencia este músico a punto de acabar su breve contrato con Sony Music.

De nombre real David Heredia Vidal (Palma, 1993), su relato profesional es el de tantos jóvenes del movimiento urbano que empezaron a crear música desde una absoluta autonomía, en su caso con alguna base por haber tenido un padre músico.

 "Aunque él escuchaba música de su rollo, terminas pillando la musicalidad", dice de aquellos discos paternos de The Beatles o los Rolling Stones que escuchó por casa.

Independizado del hogar familiar a los 15 años, conoció igual de pronto el mundo laboral desempeñando puestos como camarero o albañil, compaginándolo con una faceta musical que al principio no fue la de intérprete, sino la de productor.

"Me daba miedo empezar a rapear", reconoce Rels B, que dio el paso de manera definitiva al otro lado del micrófono tras reconciliarse con su propia voz y ver que esos primeros temas empezaban a acumular escuchas.

A los 22 años, con el sostén del paro y su carrera empezando a despegar, decidió acometer el salto definitivo. "Y desde hace cinco años ya solo vivo de la música", comenta tras lanzar cortes como "Tienes el don" y, sobre todo, "Made In Taiwan", que actualmente acumula casi 20 millones de reproducciones en Youtube.

Fue el momento de la explosión de lo que se dio en llamar "nueva ola del hip hop español", para él "otra cultura fruto de otra generación que trajo un cambio fuerte" respecto de lo que era este género.

"Entonces estaba caduco y llegó gente joven con ideas más frescas, sin miedo a la evolución", reflexiona quien no ha temido la confluencia con otros géneros. "De hecho, yo ahora me considero más pop", puntualiza el mallorquín, que en 2018 publicó el álbum "Flakk Daniel's Lp".

El mismo artista que ese año declarara en una entrevista que se veía fuera de la música "en dos años" ha cambiado su discurso radicalmente. "Estoy en el mejor momento de mi carrera en cuanto a crear y en cuanto a frescura. Hacía un año que no me encontraba así, pero la cuarentena me ha ayudado a encontrarme. He hecho mucha música y tiempo para dedicárselo a un proyecto", revela.

Ese proyecto, continúa, es "un álbum largo que está listo para ver la luz antes de que termine 2020", con una línea "muy tropical, con el afrobeat a fuego y tocando cumbia también", fruto de su contacto con otras culturas y países, por ejemplo en Latinoamérica, donde sin promoción ha llegado al público de México, Argentina, Chile y, poco a poco, también Colombia.

Con ese nuevo LP llena de contenido unos meses difíciles para la música en vivo. Como excepción, esta misma semana celebraba en La Riviera de Madrid un concierto sin público, emitido para el público en sus casas como parte de los Vodafone yu Music Shows.

 "Es bastante raro eso de cantar a la oscuridad y no soy fan de los conciertos en 'streaming', pero con todo el equipo que llevo conmigo, si en una sala solo metemos mil personas, no tengo ni para encender los monitores", reconoce este músico de pocas palabras, pero sinceras.

 No pierde en cualquier caso la vista de un horizonte más prometedor y, respondiendo a la pregunta que más suelen hacerle sus seguidores, ya piensa en estrenarse con alguna actuación en EE.UU. y en viajar a una de sus ciudades favoritas, Medellín (Colombia).