Son Abrines, a ritmo de rock’n’roll. La que fue residencia de Miró desde 1956 hasta su muerte en 1983 se sometió ayer a un ejercicio rockero, el impuesto por su nieto Joan Punyet. El artista, y ahora también letrista y productor, estrenó banda, Pullman, grupo que toma su nombre del edificio homónimo que se encuentra frente a su casa y a cuyos vecinos dedicó cerca de quince canciones, con títulos como Beso digital o To Quemao.