Mercedes Prieto Melero asume la presidencia de la Associació d’Artistes Visuals de les Illes Balears (AAVIB) en un momento agridulce para la entidad. En el lado positivo, ésta cumple 25 años. En el negativo, la AAVIB «va a quedarse en la calle a partir del 30 de noviembre porque el convenio de cesión de espacio que teníamos en el Casal Ernest Lluch, donde hay otras entidades ciudadanas, no se renueva y todo el espacio pasa a ser gestionado por la conselleria de Sanidad y Consumo», comenta a DIARIO de MALLORCA la presidenta recién electa de la AAVIB. «Hemos pedido la prórroga de cesión hasta que consigamos un espacio alternativo», apunta.

Uno de los temas por los que va a luchar Prieto es «conseguir un verdadero centro de recursos para artistas en Palma», un «espacio físico» que «ha dejado de tener la ciudad desde finales de 2017», indica. «Desde el grupo motor del CAC [Centre d’Art i Creació] sí se han ido sacando convocatorias de proyectos, pero en la actualidad no hay un espacio propio estable para los artistas donde poder trabajar, recibir talleres u organizar residencias », lamenta. Una carencia en la que va a centrarse un grupo de trabajo propio en el seno de la AAVIB. «El CAC necesita un espacio, un modelo de gestión, un presupuesto y una entidad jurídica que ahora mismo no tiene», sostiene la artista y profesora -hoy jubilada- de dibujo en la Escola d’Art i Superior de Disseny. «El CAC no existe aunque el Ayuntamiento diga que sí», refiere. «Lo último que se ha estado haciendo desde el CAC podría salir perfectamente desde el Solleric, por eso insisto en que eso no es realmente un centro de creación o recursos. En estos momentos, puedo asegurar que a duras penas existe el grupo motor del CAC. Las dos últimas reuniones se han desconvocado por falta de cuórum. Antes del verano, habíamos llegado al acuerdo con Cort de poder estar en uno de los espacios de Ses Voltes e iba a salir la segunda convocatoria de proyectos, pero llegó la pandemia y está todo parado», asegura. «Y el presupuesto que quedaba del CAC pasó a una convocatoria para proyectos de creación e investigación artística que está en el marco del Pla de Xoc municipal por la covid-19», señala. «Desde que se cerró, llevamos tres años perdiendo el tiempo. Ahora proponen la antigua cárcel para ubicarlo, pero va para largo y tampoco sabemos demasiado del proyecto. La Mesa Sectorial de Arte Contemporáneo que se creó a nivel balear debería estar trabajando con el Ayuntamiento en este espacio o en otro lugar para ubicar ya el CAC y elaborar una propuesta de cogestión. Porque es importante que no lo privaticen», subraya. Prieto relata que el grupo motor recientemente recibió una oferta de la directora general de Artes Visuales Aina Bauzà para utilizar durante seis meses la planta entresuelo del Solleric como CAC a través de un proyecto de comisariado. «Pero la idea se rechazó, era volver al punto cero», dice Prieto.

Continuar con la labor en el campo de las buenas prácticas, en la elaboración del Estatuto del Artista, en la educación o en la inclusión son varios retos de la nueva junta presidida por Prieto. «La participación activa de los socios es una asignatura pendiente , la voz cantante siempre la ha llevado un grupo más reducido en la asociación, y es algo en lo que voy a trabajar».

Repensar el sistema cultural

La Associació de Crítics i Comissaris de les Illes Balears (ACCAIB) acaba de renovar su junta integrando a jóvenes profesionales a la misma. Fernándo Gómez de la Cuesta es el presidente.

La entidad señaló en un comunicado la necesidad de generar un nuevo modelo de cultura. «Invitamos a los creadores en general a repensar conjuntamente un sistema cultural que nos devuelva la creencia de un futuro mejor. Apostamos por un nuevo modelo de pensar la cultura y la construcción de este modelo es un trabajo que no se puede retrasar más».

En el texto, los críticos y comisarios señalan la insostenibilidad que atraviesa el sector cultural, «al que le espera un invierno muy duro», y apuntan que valoran la declaración de la cultura como bien esencial por parte del Govern, «pero pensamos que si no viene acompañada de unas medidas contundentes y reales, se queda solo en un gesto político que la situación de emergencia actual no se puede permitir».

«Necesitamos percibir más transparencia, sensibilidad y empatía a la hora de aplicar medidas desde la administración. Necesitamos una simplificación real de los procesos administrativos y una revisión fiscal que ajuste los regímenes de cotización a la seguridad social en función de la actividad generada», recoge el comunicado. La entidad también critica con cierto cansancio que las instituciones les llamen a participar en mesas de trabajo «en las que se reivindican una y otra vez las mismas cuestiones, sin que se produzca un avance real. Reuniones que son más como un gesto de cara a la galería que un órgano efectivo de reflexión y actuación».