El arquitecto Federico Correa, que participó en la ordenación del Anillo Olímpico de Montjuic y en la remodelación del Estadio Olímpico para los JJOO de Barcelona'92, ha fallecido este lunes en la capital catalana a los 96 años.

El Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC) ha lamentado en su cuenta de Twitter el fallecimiento de Correa, al que ha definido como "uno de los arquitectos más influyentes de la arquitectura del siglo XX" y "un gran maestro de diversas generaciones de arquitectos".

También el rector de la Universidad Politécnica de Cataluña, Francesc Torres, ha mostrado su pésame por la muete de Federico Correa "estimado y admirado profesor de arquitectura en la ETSAB y también diseñador de gran prestigio", y ha recordado que este mes tenían previsto rendirle un homenaje.

Correa fue uno de los cuatro arquitectos que diseño el Anillo Olímpico de Montjuic, junto a Alfonso Milà, Joan Margarit y Carles Buxadé, tras ganar en 1984 un concurso convocado paraello, lo que representó uno de los puntos culminantes de su carrera.

Los cuatro arquitectos se encargaron asimismo del proyecto de remodelación del Estadio Olímpico Lluis Companys junto al italiano Vittorio Gregotti, quien falleció el pasado mes de marzo a los 92 años de edad en un hospital de Milán por las complicaciones de una pulmonía tras haber contraído el coronavirus.

Federico Correa desarrolló una carrera profesional que le convirtió en una de las grandes figuras del Movimiento Moderno de Cataluña, primero en el estudio de José Antonio Coderch y desde 1953 en el que creó junto a su compañero de estudios Alfonso Milà Sagnier, con el que trabajó durante décadas en el desarrollo de proyectos de edificios, y también como diseñador e interiorista.

Otras obras destacadas de su trayectoria profesional fueron la Casa Villavecchia (1955) de Cadaqués, el edificio Talaia de Barcelona (1972), premio FAD de Arquitectura, la reforma de la Plaza Real de Barcelona (1981), la sede de la Diputación de Barcelona (1985), que debió integrar junto a la modernista casa Serra de Puig i Cadafalch, o el Museo Episcopal de Vic (1997).