Pedro Miralles (Porto Cristo, 1981) no podía imaginar si quiera que su primer largometraje, Jostissi de carreró, llegaría a estrenarse en salas comerciales colgando en todos los pases el cartel de sold out. Mucho menos pensó que el filme, rodado integramente en Porto Cristo, participaría en varios certámenes. Esta misma noche se presenta en el Festival de Cine de Sitges, pero ya pudo verse en la Semana Internacional de Cine Fantástico de la Costa del Sol y también se proyectará en el Festival de Cine de Terror de Molins de Rei.
«Hicimos la película para nosotros, para disfrutar» dice Miralles al tiempo que señala que es «cero comercial» construida a partir de las bromas y el imaginario que comparte con sus amigos. Lo cierto es que en la comarca de Llevant ha sido todo un fenómeno y también estiró al público de Palma que pudo verla en CineCiutat el pasado mes de febrero. El recorrido que está teniendo la cinta hace pensar que será una película de culto o al menos así lo cree Miralles: «Es uno de esos filmes tan frikis que se llegan a transformar. Ha dejado memoria en la gente del Llevant», explica.
«Al principio tenía que ser un corto de cachondeo, rodado en un fin de semana y al final ha terminado siendo este engendro», dice el realizador sobre su ópera prima. El director, que forma parte de la productora Okami, ha facturado hasta el momento documentales y vídeo corporativo por lo que Jostissi de carreró es su primera cinta de ficción. Rodada en fines de semana, con un presupuesto de unos 18.000 euros, sacado de su propio bolsillo, pocos medios y una temática muy local, la película ha conseguido cautivar a espectadores de geografías diversas hasta el punto que decidieron moverla por festivales. «La única preocupación que tenía era no aburrir. El montaje está pensado con ese objetivo, que todo el tiempo estén pasando cosas». El resultado final son noventa minutos de cine «entretenido, una barbaridad detrás de otra, con violencia gratuita todo el tiempo, rozando la serie z», admite el director.
Deudora del cine de los 80, Miralles apunta que Jostissi de carreró es una mezcla de El justiciero de la noche, de Michael Winner con Charles Bronson, y de Un día de furia, de Joel Schumacher, protagonizada por Michael Douglas. Otros referentes son Silvester Stallone, Arnold Schwarzenegger y Chuck Norris: «Es muy gamberra, sin pretensiones. Un batiburrillo del cine de los 70, 80 y 90 llevado a Porto Cristo. Siempre que podemos, decimos alguna tontería, es un filme fácil de digerir; para reír», confiesa el director. Aunque admite haberse divertido realizando la película, lo cierto es que también hay muchas horas de trabajo invertidas: «La postproducción la hemos hecho mi hermano Maties y yo, al igual que todo lo relativo a la imagen. Es algo que no le aconsejo a nadie: hacer una película dos personas solas sin dinero». Teniendo en cuenta que una producción considerada de bajo presupuesto maneja medio millón de dólares, Miralles reconoce que el periplo de Jostissi ha sido «una hazaña, estamos muy satisfechos. Y el estreno en el Auditori de Manacor, cómo reaccionó el público. Parecía una proyección de los años 80 cuando los espectadores todavía se emocionaban en el cine. Ha sido lo mejor, incluso mejor que ir a Sitges. Estamos muy agradecidos», admite. En el futuro el equipo tiene intención de compartir su obra para que pueda llegar a más audiencia: «Tenemos ganas de publicar la película en Youtube para que la gente la pueda ver gratis, pero no podemos hacerlo mientras la presentemos a festivales», explica Miralles.
