El proyecto "IASCM-Investigación Arqueológica Subacuática en las cuevas de Mallorca" ha puesto en marcha una campaña de micromecenazgo hasta el 7 de noviembre para ayudar a financiar la continuación de la investigación en yacimientos sumergidos del norte y la zona oriental de la isla.

El proyecto está codirigido los doctores Xisco Gràcia y Florian Huber Wilhem y el doctorando de la Universidad de Cádiz Manuel Fumás, y cuenta con la participación de miembros de la asociación Sonars, la empresa alemana de buceo científico Submaris y la Sociedad Espeleológica Balear, ha informado en un comunicado la entidad Hispania Nostra, que es la que ha puesto en marcha la cuestación.

Justifican la petición de ayuda financiera por la dificultad del trabajo arqueológico en áreas sumergidas confinadas, que "hace imprescindible contar con los mejores especialistas del mundo en espeleobuceo, arqueología subacuática, fotogrametría, topografía y filmación subacuática, entre otras materias".

Entre los objetivos de la campaña, que ya están desarrollando entre el 5 y el 12 de octubre, figuran mejorar la metodología arqueológica prospectiva en cavidades sumergidas y al mismo tiempo obtener más datos sobre éstas con el fin de comprender los hábitos de vida de la población que las utilizó, cómo se desarrollaba el comercio terrestre y marino, y las características de las rutas comerciales del momento.

Estos propósitos se enmarcan en la finalidad general del proyecto de proteger estos yacimientos y concienciar sobre su fragilidad, así como la divulgación científica de los resultados obtenidos.

En el área de estudio se incluye la fuente de Ses Aiguades, a la que se accede a través de un pozo de 6 metros de profundidad que da acceso a una cueva de agua dulce de cerca de 180 metros de longitud. El equipo científico de Xisco Gràcia descubrió hace casi 20 años en su interior un total de 189 ánforas y recipientes de época romana republicana, islámica y de los siglos XVIII y XIX.

Los investigadores creen que, hace 2.000 años, los navíos fondeaban en este rincón de la bahía de la Alcudia a medio camino en sus trayectos entre las penínsulas ibérica e itálica con el fin de abastecer sus bodegas con agua dulce y que pudieron utilizar sistemas de cuerdas y poleas para recoger el agua, pero muchas de aquellas ánforas jamás se recuperaron y a día de hoy forman un yacimiento arqueológico.

Los investigadores esperan poder averiguar en futuras campañas las incógnitas sobre el verdadero uso de este lugar y determinar si era un mero punto de recogida de agua o se trataba más bien de una especie de santuario en el que se depositaron los recipientes con ofrendas.

Con la campaña se han propuesto recaudar un mínimo de 5.000 euros, aunque necesitan llegar hasta los 10.000 euros para que la campaña pueda alcanzar su objetivo óptimo, de los que ya han conseguido más de 2.000 euros