El escritor Félix de Azúa, quien publica nueva entrega de su 'falsa autobiografía', 'Tercer acto' (Literatura Random House), considera que "buena parte de las actuales angustias" en Occidente provienen de "la pérdida de poder mundial" y espera la llegada de una "dictadura" procedente de China.

"Sin duda buena parte de las actuales angustias y amenazas vienen simplemente de la pérdida del poder mundial que de Occidente está pasando a Oriente. Todavía no estamos sometidos a la dictadura China, pero todo se andará. En el Gobierno de España hay muchos simpatizantes del capitalismo de Estado", ha señalado en una entrevista con Europa Press el académico.

Azúa ha reconocido que sus hábitos "no han cambiado mucho" tras la crisis generada por la pandemia de coronavirus, la cual tampoco le ha "perjudicado personalmente". "Pero vivo con verdadera indignación el beneficio que los partidos políticos pretenden sacar de los muertos", ha añadido.

En 'Tercer acto' el autor narra desde una primera persona las andanzas de un grupo de jóvenes intelectuales españoles en los estertores del franquismo. El escritor catalán ha bromeado señalando que es "la más falsa" de todas las 'falsas autobiografías', retratando la vida "de todos aquellos que han conocido, en parte o por completo, ese periodo llamado 'la Transición'".

Azúa establece la duración de ese periodo desde la muerte de Franco hasta el fin de siglo, "con sus antecedentes y consecuentes". "Me pareció un periodo histórico perfecto para una novela sobre la construcción del tiempo, de los recuerdos y de la conciencia", ha apuntado.

Además, ve "muchas similitudes" entre los estertores del franquismo y la actual situación española, más allá del símil con el confinamiento que aparece en el libro. "La mentira como hábito oficial, la represión identitaria, la violencia callejera e institucional, la destrucción de la enseñanza, el caudillismo...Quizás por eso es tan verosímil", ha lamentado.

Para Azúa, los primeros dos Gobiernos de Felipe González. "De hecho, aún vivimos de ellos. Luego se han ido imponiendo los embriones de un totalitarismo políticamente correcto con imposiciones morales y económicas puramente ideológicas y tóxicas", ha criticado.

El autor rechaza los ataques a este periodo, a su modo de ver "el único intento democrático de España en siglos". "Esto choca contra la secular tendencia totalitaria, feudal y caudillista de buena parte de nuestra clase dirigente. En la novela, ese tránsito supuso una auténtica renovación moral de los personajes", ha explicado.

Y considera que esa suerte de 'revisionismo histórico' se refleja también en la actualidad en actos como los ataques a las estatuas de personajes históricos. "Esos actos son puro totalitarismo disfrazado de buenas intenciones y corrección política", ha señalado.

"Su origen es la desoladora ignorancia de la población que ya no cree en la educación, ignorancia aprovechada por los partidos políticos que sólo están interesados en las redes de Internet y las estadísticas", ha añadido, para luego alabar no obstante a la población española -frente a sus "irresponsables" líderes políticos-.

"El conjunto de la población española es un modelo de honradez, paciencia y respeto a unos dirigentes perfectamente impresentables que jamás han pensado en ellos más que como escalón para tomar el poder", ha concluido el académico.