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'El menjar i les illes': los alimentos que nos definen

El Gall Editor recopila una selección de artículos del escritor y periodista Andreu Manresa publicados en el diario ‘El País’ - Las instantáneas del fotoperiodista de ‘Diario de Mallorca’ Tolo Ramon ilustran el volumen

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Los alimentos que nos definen B. Ramon

Conviene que el lector de El menjar i les illes (El Gall, 2020) sepa de entrada lo que no encontrará en sus páginas puesto que su lectura decepcionará a aquellos que busquen una receta que poner en práctica o una guía de restaurantes a los que acudir. El propio autor ya se encarga de advertirlo nada más comenzar el libro: “Són papers trempats, de dies i menjars, un menú particular de petites emocions a l’entorn de la cuina i els plaers”. Un intento de captar y compartir el gusto no solo por platos y alimentos sino también por lugares, costumbres, emociones y sentimientos. El volumen, editado por el El Gall, recoge una selección de artículos del periodista y escritor Andreu Manresa (Felanitx, 1955), recopilados por Climent Picornell e ilustrados, en su gran mayoría, por el fotógrafo de este periódico Tolo Ramon. Firma la portada el pintor Miquel Barceló, quien también ha realizado el retrato del escritor que aparece en la solapa del libro. 

Lo que sí puede esperar el lector es iniciar un viaje acompañado por la memoria común de olores, aromas, lugares y sabores; un periplo en el que Manresa convoca a amigos, madres de amigos o cocineros. Escruta los alimentos para deducir lo que dicen de la tierra y quien la habita. Compone con la palabra un mosaico de experiencias y emociones que giran en torno a la cocina y los placeres que comporta, incluyendo entre estos el de la conversación y la buena compañía. 

La obra es un intento por captar y compartir el gusto por platos, lugares, costumbres y emociones

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Una cocina isleña, con todo lo que ello comporta, que tiene linaje propio: sopas sin caldos, pan sin sal, coca de verdura y postres en espiral, son algunos de los que cita el autor. Una reflexión sobre cómo se cocina y se conserva lo que se tiene a mano, los ritos que perviven a pesar de las nuevas tendencias: el desayuno dominical con ensaimada, la merienda vespertina con sobrasada y la cena casi diaria a base de pa amb oli. El retrato de los que ya no están a través de sus platos y sus costumbres a la mesa. El acto de cocinar para otro visto como un homenaje, y el sentarse a la mesa junto a otros comensales vivido como un acto social. En definitiva, alguna cosa más que escribir sobre gastronomía, una crónica de lo vivido y sentido.

Los últimos artículos del libro conforman una guía contemporánea de las cuatro islas del archipiélago

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La serie escogida por Climent Picornell se cierra con lo que vendría a ser una guía contemporánea de las islas del archipiélago que recorre paisajes, personajes, cultura, gastronomía o música. El volumen viene a cerrar una suerte de trilogía que colecciona sus artículos más destacados y que se inició con Paratges i personatges de «Balears S.A.» (2005), e Invitació a la felicitat (2008).

Las imágenes, en su mayoría firmadas por el fotoperiodista de Diario de Mallorca Tolo Ramon, se tomaron en paralelo a la escritura de los artículos. Una llamada telefónica o un mensaje de whatsapp encendían la chispa o establecían el reto: «Sin haber leído el texto coincidía en el mensaje», apunta el fotógrafo, quien dice de la escritura de Manresa que es «afilada como un cuchillo, llega a lo más profundo». Del autor destaca que es muy observador, infiriendo así la importancia que otorga a los detalles. 

La portada del volumen es de Miquel Barceló, que también firma el retrato del autor que aparece en la solapa

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El fotoperiodista Tolo Ramon capta con sus instantáneas la prosa detallada y evocadora del escritor y periodista

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«Evitar lo evidente, que sea evocador», dice Ramon sobre su intención. La búsqueda de la foto ha sido un periplo que le ha llevado a cocinar, a componer bodegones cuya iluminación y composición roza lo pictórico. Guiado a veces por tan solo una frase o una idea sucinta, el fotoperiodista ha compuesto mares de pan moreno sobre los que descansaba Mallorca, ha invocado tormentas de arroz o ha otorgado un lienzo sobre el que descansar a un calamar recién capturado: «Fotografiar un calamar muerto es muy triste, he querido dignificarlo», explica. Para captar los fondos marinos se ha sumergido en el ojo de un cap roig y del llonguet ha destacado su sensualidad, el recuerdo de una boca entreabierta. «Ha sido un reto. Contar una historia, encontrar el punto y darle una vuelta» resume el fotógrafo. Acostumbrado a captar instantáneas de cosas que están pasando, el fotoperiodista ha realizado aquí un ejercicio de creatividad sin renunciar a las máximas que definen su trabajo periodístico: «No me quiero aburrir delante de una foto. Busco un punto de interés, dar un mensaje claro y potente y emocionar».

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