“La fotografía es la mejor manera que tengo para expresar lo que me gusta. Puedo captar el momento adecuado y usar el enfoque de la cámara para decidir lo que quiero destacar”, defiende Carla van de Puttelaar, fotógrafa holandesa, nacida en 1967 en Zaandam y afincada en Amsterdam, que exhibe estos días sus imágenes en el Claustre de Sant Bonaventura, en una exposición impulsada por la Fundación Toni Catany y patrocinada por el ayuntamiento de Llucmajor.

Van de Puttelaar, que cuenta en su curriculum con importantes premios, como el Esther Kroon o el Basic Prize de Roma, presenta un recorrido por su trayectoria artística a través de 30 obras fechadas entre los años 1998 y 2017, bajo el título de Diàfana. Una selección que firma la propia artista y el comisario Alain D’Hooghe, uno de los grandes expertos europeos en fotografía (es fundador y copropietario de la Box Galerie de Bruselas y fue el impulsor, en 1983, de la histórica revista Clichés para la creación fotográfica).

Los retratos de mujeres jóvenes, las flores y las manos son temas recurrentes para una fotógrafa que permite al ojo del espectador la sensación de tocar la piel por medio de su lente.

“Hay una evidente coincidencia, en los intereses temáticos de la protagonista de esta exposición y en algunos de los argumentos de la obra de Catany. Cuerpos y flores. Influencias pictóricas. Las texturas son obviamente diferentes, como lo son las miradas, personales y singulares, sobre el motivo de cada uno de los dos fotógrafos. La artista holandesa, que trabaja siempre con una luz natural, esta luz tan particular del norte, privilegia la suavidad, los colores sutiles, el misterio”, apuntan desde la Fundació Tony Catany.

“Los posados y las modelos ‑añaden desde la fundación‑ nos remiten, en ocasiones, a algunos de los maestros de la historia de la pintura (Vermeer, Cranach, Rembrandt), mientras que estas mujeres de color de alabastro y estas flores de curvas sensuales parece que se expongan para ofrecer un vibrante homenaje a la piel. Una piel diáfana, decididamente diáfana”.

Al acto de inauguración de esta exposición asistieron, el pasado viernes, el alcalde de Llucmajor, Éric Jareño; y Antoni Garau y Miquel Bezares, representando a la Fundació Catany.