Servir de compendio y guía de nuestro patrimonio de raíz”. Ese es el propósito del Calendari Folklòric de Mallorca, una joya de Rafel Ginard Bauçà (Sant Joan, 1899; Artà, 1976) que permanecía inédita y que ahora ve la luz, setenta años después de que fuera elaborada, gracias a la Fundació Mallorca Literària que dirige Carme Castells. El primer volumen que se publica está dedicado al otoño (Tardor) y la idea es que cada año se entregue un volumen correspondiente a una estación: verano en 2021, primavera en 2022 e invierno en 2023.

“Las observaciones y anotaciones de Ginard son testimonio de la relación del hombre con su entorno, y también acta notarial de lo que era la cultura productiva y reproductiva del momento. Esta edición divulgativa saca a la luz un material inédito ingente, un contenido esencial que nos ayuda a dimensionar con acierto la valiosa tarea de Ginard, uno de los pilares fundamentales de la cultura en Mallorca”, defienden los responsables de una cuidada edición que firman Andreu Ramis y Miquel Sbert y que cuenta con ilustraciones de Toni Galmés.

Si hay tres obras capitales en la cultura catalana en Mallorca esas son el Diccionari Alcover-Moll, el Aplec de Rondaies Mallorquines y el Cançoner Popular de Mallorca, recopilación, esta última, a la que el franciscano Ginard dedicó toda una vida y publicó en cuatro tomos, entre 1966 y 1975, con la Editorial Moll. Un trabajo que realizó de manera directa con la activa implicación de una red de colaboradores, los ‘Amics del Cançoner’, y que le sirvió de embrión para su Calendari Folklòric.

“Para conocer la verdadera historia del alma colectiva de Mallorca, no hurguéis en los archivos llenos de polvo y polillas, sino empaparos, sumergiros en el folclore”, escribió el propio Ginard. El folclore, según este intelectual, activista cultural y creador literario, “tiene raíces en todos los tiempos y en todos los pueblos, está encajado con toda la cultura y sentimientos de la humanidad. Tirando del folclore viene todo el mundo”. Y así es, porque tirando de canciones y de cuentos, Rafel Ginard llegó a almacenar todo tipo de información sobre rituales, celebraciones, costumbres y creencias de la Mallorca de raíz que volcó en un Calendari cargado de juegos de niños, recetas de cocina payesa, preocupaciones y supersticiones, leyendas y ocurrencias, adivinanzas y pronósticos meteorológicos...

Su Calendari Folklòric de Mallorca se concretó en siete cuadernos que escribió entre 1951 y 1958 y que se conservaron en el fondo del autor del Arxiu dels Franciscans a Mallorca, en La Porciúncula. Un tesoro de la cultura tradicional de Mallorca que quedó retenido “pero no fosilizado”, a la espera de una edición que ahora llega vía Fundació Mallorca Literària en un volumen editado por Saïm Edicions.

“Entre los años 2014 y 2018, la fundación dependiente del Consell que gestiona el Museu de la Paraula. Casa Pare Ginard, en la casa natal de Sant Joan, catalogó y digitalizó el legado documental del autor, gracias al convenio establecido con los franciscanos. “Desde el primer momento del inventario, el encuentro del conjunto de cuadernos del Calendari se vio como un acontecimiento, no tanto porque permitía completar el estudio de la totalidad de la obra de Ginard, sino sobre todo por su interés antropológico y etnológico de su contenido”, apunta Carme Castells.

Otoño para empezar

En este primer tomo, resultado de una empresa titánica a cargo de Ramis y Sbert, se han reunido los contenidos correspondientes al otoño, estación en la que precisamente acabamos de entrar, un tiempo marcado por la recogida de las cosechas y la preparación de las reservas nutricionales del año: almacenaje del trigo, elaboración del vino, aceite y matança del cerdo son buenos ejemplos.

A modo de ejemplo, el Calendari de Ginard nos recuerda que hoy, 26 de septiembre, se celebra Sant Cosme y Sant Damià, patrones de Pina, un pueblo en el que se canta: “Tots es fadrins que hi ha a Pina a Ruberts i Cas Canà, no basten per destravar sa llengo a una titina”.