“El confinamiento se cargó uno de mis negocios y pensé: o llorar o crear. Así que empecé a crear. La gente me comenzó a preguntar si vendía los cuadros y yo, que no tenía entradas desde hacía meses, dije que sí. Y donde vi un filón, he descubierto todo un universo. He visitado, durante toda mi vida, un montón de museos, he visto mucho arte aunque nunca he sido un entendido. No ha sido hasta ahora, que he empezado a pintar, que entiendo los trazos de Goya, o de Basquiat”. Aldo Comas, empresario multifacético, marido de la actriz Macarena Gómez, presentó ayer en Palma su primera exposición como pintor. Toda una explosión de colores, trazos alocados, palabras y un punto de oscuridad que se puede ver en la Gallery Red, gracias a Fiona Ferrer, que vio en estas obras una “energía especial”. 

Fue durante el confinamiento cuando empezó a pintar. No obstante, a su mujer no le sorprendió: “Yo sé que es un artista desde que le conocí. Sé lo creativo e ingenioso que es, lo que me ha sorprendido es la rapidez con que ha conseguido ser reconocido”, comentó ayer la actriz, según la que Comas tiene un punto “daliniano, como todos los que son del Empordà”: “Los que nacen allí están profundamente influenciados por Salvador Dalí. Aldo tiene un carácter excéntrico y alocado. Aunque cuando mires las obras no lo parezca, ahí está la herencia de Dalí”. 

Macarena Gómez, junto a uno de los cuadros favoritos de Comas. G. Bosch

Por su parte, el pintor explicaba que le motivaron a pintar las ganas de probar y experimentar, y que la pintura le ha cambiado la manera de ver el mundo: “Ahora veo los edificios y lo que me rodea de manera diferente. He tenido siempre sensibilidad artística, pero ahora puedo decir que entiendo el arte”. 

Sus trazos son dinámicos y juega con muchos colores, pero no falta el negro y lo oscuro: “Los eres humanos somos luz y sombra, no podemos ser solo una cosa. Yo he tenido una vida oscura también, he vivido la muerte de muy cerca. Y creo que esto está se plasma en mis cuadros”, comentó. Además, también usa las palabras en sus obras, inspirado por Basquiat: “Es una manera de controlar la interpretación del espectador, de explicar mi vida, mi situación. Es como contar mejor la verdad”. Aunque esta sea su primera exposición, tiene claro que quiere explotar más esta faceta. “Mis propósitos son dedicarme a la pintura, hacer un disco más, montar a caballo e irme a la montaña”. Y no le va mal, ya lo dice Macarena Gómez: “Ha vendido mis favoritos”.