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Las ánforas de Ses Fontanelles, el eslabón perdido del comercio en el Imperio Romano

Las excepcionales piezas de Mallorca permitirán estudiar conjuntamente las inscripciones y el producto que transportaban - Ayudarán a dibujar el desconocido mapa comercial del siglo III d.C.

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Las ánforas de Ses Fontanelles, el eslabón perdido del comercio en el Imperio Romano Guillem Bosch

Las ánforas romanas que se hallaron el verano de 2019 en el interior de un derelicto enterrado en la zona de Ses Fontanelles de la Playa de Palma son el descubrimiento más importante de época romana de los últimos tiempos. Unas sencillas piezas cerámicas van a proporcionar datos definitivos sobre el sistema comercial de los siglos III y IV d. C., “una época poco conocida de la Antigüedad tardía”, explica el investigador Darío Bernal de la Universidad de Cádiz. El motivo: estos objetos contienen en sí mismos un grado elevadísimo de información porque están muy bien conservados, todavía están sellados, por lo que contienen restos de lo que contenían, y también mantienen intactas las inscripciones pintadas con el nombre del producto que transportaban. El barco que se halló en Mallorca el año pasado y cuyo estudio está promoviendo el Consell junto a un equipo científico multidisciplinar es una auténtica “cápsula del tiempo”.

Los investigadores se encuentran estos días documentando y analizando las ánforas en el almacén de Son Tous, del Museu de Mallorca. Las dibujan, fotografían, toman muestras para analizar, estudian las formas, su contenido y entran al detalle con sus inscripciones. “Tanto las piezas como el derelicto van a ser muy relevantes a nivel internacional, van a ser una referencia para cualquiera que quiera estudiar el comercio romano”, sostiene Bernal, acompañado ayer durante la visita por Miquel Àngel Cau de la Universitat de Barcelona y Enrique García Riaza de la UIB, también implicados en el estudio. “De esta época, del III d. C., hay muy pocos barcos en el mundo y con este estado de conservación, ninguno”, convienen.

Kika Coll, Bel Busquets y los investigadores, con las piezas.

Las ánforas halladas están selladas, con los tapones de corcho o madera originales y presentan restos de resina, “la empleaban para impermeabilizar. Éstas transportaban una salsa de pescado, liquamen, que se consumía en todas las casas en el mundo romano”, comentan. Además de estas ánforas, el barco también llevaba otras distintas, planas por debajo, con restos de aceituna y otras semillas que debían ir con un arrope. “Estas piezas que hemos hallado son raras por la forma que presentan. En sentido amplio, pensamos que provenían de la Hispania meridional y que partieron de algún puerto del sur de la península, y que naufragaron en Mallorca. Desconocemos cuál era su ruta”, explican. “De Almagro 51C [el tipo de ánfora que analizan] sólo se conserva una con inscripción en Alicante”, puntualizan.

“Tenemos una joya para la investigación a nivel internacional gracias a la capacidad de actuación que ha habido de manera conjunta entre el Museu de Mallorca, que acogerá estos hallazgos, el Consell y las distintas universidades”

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Las inscripciones también podrán contribuir a descubrir más detalles acerca de las sociedades comerciales de la época, qué productos transportaban, su procedencia, etc. “Este hallazgo nos servirá para estudiar los modelos comerciales”, indican. “Y para ratificar la importancia de Balears en las rutas de navegación y de comercio”. El tipo de pasta de cerámica con que se fabricaron las piezas también podría ser determinante para confirmar su origen. 

“Tenemos una joya para la investigación a nivel internacional gracias a la capacidad de actuación que ha habido de manera conjunta entre el Museu de Mallorca, que acogerá estos hallazgos, el Consell y las distintas universidades”, celebró ayer la vicepresidenta y consellera insular de Cultura Bel Busquets.

El proceso de desalinización de las ánforas se llevó a cabo en una piscina con todos los controles necesarios. 

El equipo científico continuará trabajando durante los próximos meses en el Museu de Mallorca y en los laboratorios de sus respectivas instituciones. 

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