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Entrevista

Stephan Wagner: "Merkel no era fan de gastar en Europa, pero su implicación en el último acuerdo ha sido clave"

"La forma en que Angela Merkel afrontó la crisis de los refugiados tiene mucho que ver con sus experiencias y sus creencias" - "Si no hubieran tenido lugar los sucesos de 2015, hubiera sido imposible llegar a las soluciones financieras alcanzadas en Bruselas en las últimas semanas"

Stephan Wagner, ayer, en el hotel Jaime III de Palma. b. ramon

El director Stephan Wagner (Maguncia, 1968) presentó ayer en el Atlàntida Film Fest, Merkel, película con la que ha llevado a la ficción el best seller alemán Die Getriebenen del periodista Robin Alexander. El filme recrea la crisis de los refugiados de 2015, el momento más complejo del mandato de la canciller alemana.

P ¿Cómo cree que han influido los hechos que narra en Merkel en el presente?

R Cuando rodamos la película en 2019 nadie podía imaginar lo que ocurriría en 2020. Por una parte, sentíamos que estábamos haciendo historia, porque era algo que había sucedido en el pasado, pero a la vez todos los actores relevantes que intervienen seguían en activo mientras rodábamos. Es por esto que también sentíamos que eran hechos del presente. A nivel internacional el panorama ha cambiado muchísimo y también ha cambiado la Unión Europea después de las decisiones que se tomaron en 2015. Viendo con perspectiva todo lo que ocurrió, aunque es muy distinto, parece que fue una prueba para prepararnos para lo que iba a pasar en 2020.

P ¿Cree que esta vez la Unión Europea ha respondido como se esperaba a la crisis que ha provocado la pandemia?

R Creo que si no hubieran tenido lugar los sucesos de 2015 hubiera sido totalmente imposible llegar a las soluciones financieras alcanzadas en Bruselas en las últimas semanas. Dentro de unos años, cuando lo veamos con perspectiva, creo que este momento se reconocerá como algo muy importante en el que no solo se toman decisiones económicas para ayudar a algunos países concretos, sino también para ayudar de forma global a toda la Unión como no se había hecho nunca antes. Y creo que esta es la forma en que se debería hacer de ahora en adelante.

P ¿Cuál cree que ha sido el papel de Angela Merkel en esta crisis?

R Su intervención ha sido fundamental para llegar a donde estamos. Sabemos todos que Merkel no era muy fan de gastar dinero en Europa y sin embargo, lo que hemos visto en las últimas semanas es que su implicación para alcanzar este acuerdo ha sido muy grande y no se debería subestimar todo el esfuerzo que ha realizado para hacerlo posible.

P ¿Qué ha supuesto contar un hecho histórico tan reciente?

R Me gusta hacer películas de ficción utilizando las herramientas de la ficción, pero respetando los hechos reales de la forma más fidedigna posible. En 2015 el público no tenía el conocimiento de todo lo que sucedía en el núcleo político alemán, no conocía el trasfondo de la historia. Robin Alexander publicó Die Getriebenen, un libro de no ficción que detallaba lo que había hecho cada actor político en cada momento y su reacciones ante los hechos que se iban sucediendo. Mientras lo estaba leyendo me parecía un thriller. Hacer cine sobre cuestiones políticas es algo que da mucho miedo a algunos cineastas, porque hay muchos intereses externos que podrían influenciar tu producto. Sin embargo, creo que es muy importante realizar este tipo de películas, siempre siendo fiel a los hechos de tal forma que lo que cuentas se pueda defender como cierto incluso en confrontaciones legales.

P ¿Cómo ha cambiado su visión sobre Angela Merkel después de dirigir esta película?

R Creo que la forma en que Merkel afrontó la crisis tiene mucho que ver con su pasado. Ella nació en la República Federal Alemana, pero su padre, que era pastor luterano, fue enviado al Este a desarrollar su labor eclesiástica. Creo que este contexto, sus experiencias personales y sus creencias tienen mucho que ver en cómo ella afrontó el problema en 2015. Merkel era consciente de los impactos que pueden tener las fronteras en las personas y ese conocimiento era algo que ninguno de los otros líderes europeos tenía en ese momento.

P ¿Aprueba entonces su gestión de la crisis?

R Nunca he votado a Merkel ni creo que lo haga en el futuro porque no me siento representado en el panorama político en el que ella se sitúa. Sin embargo, las decisiones que tomó en 2015 y cómo afrontó la situación, basándose en los valores, es algo que respeto completamente. Ojalá todos los partidos encararan los problemas venideros con la vista puesta en respetar los valores compartidos.

P ¿Qué ha dejado de bueno esta crisis?

R En Alemania al menos es obvio que ha cambiado la forma en que los políticos interactúan entre sí. En aquel momento todos luchaban contra todos y eso solo benefició a los extremos. Creo que a partir de ahí también cambió la manera en que se afrontan las crisis en Europa, que a pesar de haber diferencia de opiniones, en lo fundamental se tiene que llegar a acuerdos; se tiene que vislumbrar un futuro en el que estemos todos juntos.

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