P Hace unos días y después del obligado confinamiento, volvió a los escenarios en Bilbao con las Suites de Bach, con una puesta en escena de Calixto Bieito. ¿Qué sintió al volver ante el público?

R Fue una sensación extraña. Con más nervios de lo habitual. Pensemos que llevaba cuatro meses sin tocar en público y los espectadores llevaban el mismo tiempo sin ver a un artista en vivo. Fue realmente emocionante.

P ¿Cómo fue la puesta en escena de Bieito?

R Pues nada transgresora ni polémica. Él dirige el teatro Arriaga y me llamó para abrir una mini temporada de verano. Si bien la acústica del teatro no es la más adecuada para Bach, Calixto potenció el concierto creando una atmósfera llena de pureza, sin estridencias, con el color blanco dominándolo todo y con una cámara y una pantalla para dar al espectador una idea de proximidad. Fue realmente una experiencia para recordar y repetir.

P ¿Por qué Bach?

R Primero porque para interpretar a Bach no se necesita ninguna excusa. Bach es la pureza. Y además me pareció que sus suites para cello sirven como metáfora para explicar la soledad del artista durante los meses de confinamiento. Bach por su parte siempre reconcilia y reconforta.

P En su último disco recorre el barroco de Vivaldi y llega al clasicismo de Haydn, pasando por Boccherini. ¿Es éste un recorrido natural? ¿Qué tienen en común esos autores?

R Los escogí porque si bien entre ellos hay solamente cincuenta años de diferencia, sí hay un gran cambio estilístico y en la manera de entender el instrumento. Vivaldi cede el testigo a Boccherini que es un gran innovador y a su vez éste se lo pasa a Haydn que en sus conciertos explora todas las formas y sonidos.

P La grabación se hizo con la Orquesta Barroca de Sevilla, a la que relacionamos con la interpretación con criterios históricos. ¿Cómo fue la adaptación?

R Ciertamente hubo un periodo de adaptación pues yo habitualmente no toco con cuerdas de tripa. Pero desde un año antes de la grabación decidimos juntos como serían el estilo, los tempi y otros detalles. Un profesional debe adaptarse. No fue nada traumático tocar con un arco barroco, todo lo contrario, fue estimulante. Aprendí mucho.

P Como Premio Nacional de Música ¿Cómo valora la intervención de las administraciones en el campo de la cultura, durante y después del confinamiento?

R No creo que sea ahora el momento de lanzar proclamas. Debemos dejar un tiempo para ver el rumbo que toman las cosas. Ahora bien, tradicionalmente a las artes no se las ha tenido mucho en cuenta en este país. Reivindico la cultura y un mejor tratamiento de todo lo relacionado con ella por parte de las administraciones. Para mí hay tres pilares básicos en la sociedad que deberían vertebrar un consenso general: la cultura, la educación y la sanidad.

P Para los conciertos en Mallorca

R Es muy probable. Durante un tiempo los conciertos serán de música de cámara o con pequeña orquesta. De hecho algunos compromisos que tenía este trimestre se han cambiado por otros con menos intérpretes sobre el escenario.

P Aquí en Mallorca ha elegido un programa ecléctico con obras que van del romanticismo a la música del siglo XX.

R En efecto, la primera parte la podemos calificar de más profunda con autores que forman la base de nuestra formación como músicos de conservatorio, en cambio en la segunda parte nos encontraremos con estilos más ligeros, aunque no menos interesantes. Hemos incluido unas piezas de Fanny Mendelssohn. Debería ser norma habitual incluir partituras de mujeres compositoras en los recitales.

P En el programa también consta Requiebros de Gaspar Cassadó, uno de los grandes del violonchelo de su tiempo que bien podría haber creado escuela catalana junto a Casals.

R Hubiera sido maravilloso tener una escuela de violonchelo propia, pero fue un problema político, no interesaba darle más importancia a Casals por parte de la clase política española.

P Usted declaró hace unos años que su sonido preferido era la voz de Jessye Norman. ¿Qué tenía la recientemente desaparecida soprano americana que le seducía tanto?

R Muchas cosas. Un sonido aterciopelado, un saber organizar los recitales para ir de menos a más, un legato como muy pocas voces han tenido. Y una gran presencia escénica. De todas maneras de otras voces también podríamos decir algo parecido.

P Siempre se ha dicho que el violonchelo es el instrumento que más se parece a la voz humana.

R Y es que el violonchelo es un instrumento que canta, que puede emocionar con la melodía. Y además abarca los cuatro registros de la voz humana.