La Fundació Miró Mallorca celebró ayer la primera reunión del año de su Patronato, para tratar diversos temas y aspectos relevantes para la institución, con los protocolos de seguridad y prevención necesarios para evitar posibles contagios por Covid-19.

Entre los puntos que se debatieron durante la reunión está la aprobación del estado de cuentas de la Fundación, así como los diferentes informes de auditoría externa y la memoria de actividades del 2019. Todo ello se aprobó por una amplia mayoría de los miembros del Patronato.

Desde la Fundación destacaron que se ha facultado a los miembros de la Comisión de Gobierno a disponer de hasta 700.000 euros del fondo fundacional, para poder invertir en las reparaciones que aún se deben llevar a cabo en los edificios de Son Boter y el Edificio Moneo.

En el caso del Edificio Moneo, la Fundació Pilar y Joan Miró ha solicitado al despacho de arquitectura de Rafael Moneo la redacción del proyecto de reparación de las diversas patologías del edificio como un singular abombamiento del fondo de la cubierta-estaño o la desaparición parcial del alicatado con el descubrimiento de la capa impermeabilizante, entre otras.

Por otra parte, en Son Boter, donde se han realizado algunas intervenciones a lo largo de los años, a raíz de un informe del Consell de 2014 y dado que el edificio está declarado BIC, únicamente se autoriza una intervención integral.

Por este motivo se está trabajando con el arquitecto José Velázquez, que forma parte del proyecto EDUS, en la redacción de la documentación necesaria para licitar el concurso para realizar el estudio integral.