"Mis propias hipótesis giran en torno al hecho de que, más o menos a los cinco años, tomé conciencia de la mortalidad y pensé: ah, no, yo no me apunté para esto. Nunca acepté ser finito. Si no os importa, quiero que me devolváis el dinero". Palabra de Woody Allen.

Después de que las principales editoriales de Estados Unidos rechazaran publicarla, hoy llega a las librerías A propósito de nada, la esperada autobiografía de Woody Allen. Un volumen en el que se ofrece un repaso completo de su vida, tanto personal como profesional, y se describe su labor en películas, teatro, televisión, clubs nocturnos y obra impresa, tanto libros como prensa.

Allen también habla de sus relaciones con familiares y amigos, y de los amores de su vida: su romance con Soon-Yi, la separación de Mia Farrow y la acusación de abuso contra su hija Dylan Farrow.

También detalla algunas anécdotas de su relación con España. Por ejemplo, el autor de Manhattan dedica varias páginas a Oviedo y en especial al momento que supuso para él la concesión del Premio Príncipe de Asturias. Fue allí, en la ciudad ovetense, donde conoció al por entonces príncipe Felipe -en el año 2002- y forjaron una amistad que terminó en una cena privada en Nueva York.

Las memorias interesaron en un primer momento a Hachette, pero el gigante editorial decidió finalmente devolver el texto a su autor.

Hachette, en un comunicado distribuido a varios medios, apuntó que se trataba de una "decisión difícil" y dio a entender que fue la presión de los propios empleados de la editorial la que desembocó en esta medida.

Según la empresa, tras mantener conversaciones con el personal, la jefatura concluyó que "no era posible seguir adelante con la publicación".

Empleados de Hachette protestaron por la decisión de publicar el libro de Allen, con un paro simbólico en las oficinas de la editorial en Nueva York. También se mostró muy crítica con la editorial Dylan Farrow, la hija adoptiva del director, que le acusa de haber abusado sexualmente de ella cuando era una niña.