¿Sabías que en los últimos años de su vida Erik Satie se dedicó a enseñar música a los jóvenes?, ¿y sabes qué les decía?: “Los ejercicios se hacen en las mañanas, después del desayuno. Hay que estar muy limpio, y haberse sonado bien. No ponerse con los dedos llenos de mermelada”. Entregándose a Satie, uno escucha y esboza una sonrisa, a pesar de sus notas, marcadas por la melancolía. Camina por las calles de París y ríe, mientras la música suena. Viva la vida, que diría Colplay.

Satie, el amante de los sonidos, el hijo de las estrellas, el “humilde filófono”, y Coldpay, el grupo de las melodías cargadas de sentimientos que ha marcado la vida de una generación, se cruzaron en ‘Viva la vida’, la gira con la que la banda británica recorrió el mundo entre 2008 y 2010. En aquellos conciertos, Chris Martin tocaba parte de esta Gnossienne número 1 después de 'Politik', una de las canciones favoritas de sus fans, grabada después de los atentados del 11-S de 2001.

“Adónde vamos, nadie lo sabe. Debo decir que estoy cayendo en picado” (God put a smile upon my face); “hemos estado viviendo la vida dentro de una burbuja” (High Speed); y “todo lo que sé es que no hay nada de lo que huir, porque siempre tenemos a alguien en quien apoyarnos” (Don’t Panic). Frases de Coldplay que, escuchadas al piano de Satie, nos sacuden, nos remueven, pero no nos borran la sonrisa.