Mallorca era una de las paradas habituales de Luis Eduardo Aute en sus giras y el promotor Toni Rubio era el encargado de traer hasta aquí al músico a quien conoció hace más de 30 años.

Los escenarios del Auditorium de Palma y del santuario de Monti Sion, en Porreres, acogieron los últimos conciertos que el cantautor ofreció en Mallorca. Su muerteSu muerte ha supuesto un shock para el empresario: "Era una persona muy humana, aunque suene a tópico, muy sencillo, y un artista con mayúsculas". Recuerda Rubio que Aute en el escenario "lo daba todo, hasta perder la voz. Antes de empezar el concierto me decía: Antonio, espero que no tengas nada que hacer en las próximas tres horas", rememora.

Hace cuatro años que el compositor y cantante sufrió un infarto. Antes de que esto ocurriera Rubio y Aute estaban preparando una exposición de sus cuadros en Mallorca: "Todo se frustró. Desde que tuvo el infarto él estaba viviendo una vida que no era la suya anterior, la del arte y la cultura. Hace un mes que hablé con su mánager y me dijo que Aute estaba pasando un periodo de aprendizaje. Me hubiera gustado hablar con él, pero no me recordaba", lamenta Rubio.

Además del vínculo profesional, el cantautor contaba con muchos amigos en Mallorca: "Él siempre hacía amistades, por su incontinencia verbal, pero nunca decía tonterías, al contrario, te enriquecía cuando lo escuchabas", recuerda.

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