Dice Pepmi Garau que Son Mai es la serie de animación que a él le hubiera gustado ver. El ilustrador y animador ha creado para IB3 que ya pueden verse los sábados y domingos por la mañana en el canal autonómico. En Son Mai, el creador ha introducido todos lo ingredientes que considera indispensables para el entretenimiento: fantasía, humor, magia y una pizca de surrealismo. A todo esto le ha añadido lo que él denomina "rescate del folclore", introduciendo elementos de nuestra cultura, pero sacándolos de contexto.

La inclusión de estos ingredientes "era una inquietud que tenía desde hace tiempo, en Balears tenemos mucho complejo de inferioridad y pensamos que lo nuestro solo nos interesa a nosotros". Lo que ha hecho Pepmi Garau es "enfocarlo de una manera nueva, sin perder las raíces. Así, el siurell pasa a ser una cosa de la que se habla en las escuelas y no es solo un objeto que vemos en las ferias o mercados", explica. En este sentido el dibujante señala que ha querido acercarse a los niños de hoy apelando a sus propios referentes: "Ellos ya no juegan a indios y vaqueros sino a zombis, ninjas o transformers". Con Peter Pan, Hora de Aventuras o Bob Esponja como espejos donde reflejarse, Garau ha creado su propio universo, Son Mai, una comarca pequeña y remota. Este lugar ideal "evoca ese mundo rural que se añora con romanticismo, que no volverá y que es una idealización urbanita. A mí, además, me recuerda a mi infancia", explica. La protagonista de esta aventura es Miquela, una niña de unos siete u ocho años que llega a Son Mai buscando un paner. "Aquí juego con la expresión ha perdut es paner que significa que has perdido la cabeza.

Miquela y Gaspar - La protagonista, un poco alocada, y su guía, el sensato gallo Gaspar.

Miquela ha perdido un paner que le regaló su madre, pero también es un burot, una niña alocada, imprudente, que actúa si pensar", enumera Garau. Como no podía ser de otra manera, Miquela tiene su contrapunto, el amigo que la equilibra. Se trata del gallo Gaspar, que no es uno cualquiera: "Gaspar es U Gall de Pollença. Por supuesto, habla pollencí. Es el guía de Miquela en Son Mai, es sensato, tranquilo, noble. Es su Pepito Grillo", concluye el animador. Esa comarca está poblada por esos personajes surgidos de la imaginación del ilustrador: "Todo empieza mezclando conceptos: s iurell zombi, payés ninja, molí transformer. Cuando encuentras una asociación que te gusta, y que no sea ofensiva, la puedes defender ya que como artista consigues, de alguna manera, transmitir esa frescura". La sorpresa o el contraste se utilizan para crear a unos personajes que aúnan características dispares. Garau toma elementos tradicionales reconocibles por todos como los siurells, payeses, dimonis, crespells, molinos o cossiers. La tradición se lo puso muy fácil a la hora de determinar quienes serían los malos -los dimonis- y quiénes los buenos, - cossiers-, a los que Garau define como los "policías de Son Mai". Los siurells, pero ahí están payeses ninja y los molins transformers para equilibrar la balanza. "Estoy muy contento del resultado.

Siurells Zombies - Muy peligrosos. Convierten a sus víctimas en siurells con un mordisco.

Personalmente echaba en falta una serie parecida donde nuestra cultura se viera reflejada. Es cierto que es un producto muy específico, pero no me molesta está hecho por y para la gente de aquí". Garau cree que esta es la primera serie de animación infantil de producción propia que no está enfocada a "enseñar algo", que es puro entretenimiento un registro en el que dice sentirse "más cómodo".