Qué bello es vivir y que bella es la vida. El compositor, director de orquesta y pianista italiano Nicola Piovani (Roma, 1946) acumula cinco décadas en el ejercicio musical y tiene en su haber más de 130 bandas sonoras, con una de ellas en lo más alto de su producción, la que firmó para 'La vida es bella'. Una película que ganó el Óscar a la mejor banda sonora original y que se sitúa en los años en los que el fascismo devoró una Italia que estos días vuelve a conocer el dolor.

'La vida es bella', la película, nos enseña a vencer la adversidad, con Roberto Benigni en el papel de Guido, ingeniándoselas para hacer creer a su hijo Giosuè que la situación que están viviendo, un encierro en un campo de concentración, es un juego en el que deben ganar puntos.

"Nunca pierdas la ilusión. Nunca olvides que al final habrá un lugar para el amor€ No dejes de jugar, no pares de soñar", dice la letra de una canción que suena tan bella al piano como a la guitarra o la mandolina.

Jueguen con sus hijos como hace Benigni, explíquenle que si no salen a la calle ganarán más puntos que nadie, y póngale esta canción, 'La vita è bella', como banda sonora de este juego. Como a los personajes de la película, todo se nos hará un poco más llevadero.