Penderecki, uno de los grandes mitos de finales del siglo XX y principios del XXI, brindó una lección musical en el Club Diario de Mallorca hace poco más de dos años. Fue en el transcurso de una tertulia, en la que también participó, entre otros, Pablo Mielgo, el director de la Simfònica de Balears, orquesta que días después interpretaría su segundo Concierto para violín.

Durante el coloquio, al que asistió Antoni Caimari, presidente de ACA, la primera institución que trajo al maestro a Mallorca en 1999, el compositor y director de orquesta mostró poco entusiamo hacia los compositores actuales: “No me atrevo a decir qué nombres de la composición actual seguirán interpretándose dentro de cien años”.

Su última visita a la isla se produjo en 2019, de nuevo de la mano de la Simfònica, que le entregó su Medalla de Honor. Penderecki también participó en un stage, Il Maestro, 85è aniversari, y quiso conectar con la juventud. “Trabajar con jóvenes permite combinar la música con la pedagogía. En los estudiantes veo jóvenes que quieren tocar, quieren aprender y mi consejo es que les tiene que gustar lo que hacen”, aseguró el compositor en una clase magistral con los estudiantes de composición del Conservatori.

Los alumnos mostraron su interés por conocer su método de trabajo, sus pautas pero el creador de La Pasión según San Lucas fue sincero: "No os puedo dar unas guías". "Nací compositor. Escucho la música en mi cabeza y luego la escribo", reconoció.

Penderecki fue recibido con los brazos abiertos en todas sus visitas a Mallorca, donde cuenta con muchos seguidores, algunos de ellos siempre pendientes de su propio festival de música, en el que se volcó hasta el final de sus días.